Gwen Jones se enfrenta a una situación desesperada: su prometido la ha abandonado llevándose todos sus ahorros, y ahora necesita casarse con Declan Knight para salvar su casa. Declan, por su parte, necesita contraer matrimonio para acceder a su herencia, y ve en Gwen la solución perfecta, a pesar de haber prometido mantenerse alejado de ella tras una noche de pasión en el pasado. Ambos deberán convencer a la familia de Declan de que su matrimonio es real, lo que les obligará a compartir dormitorio y a luchar contra la atracción que aún existe entre ellos.