La segunda novela de Bernard Malamud, publicada originalmente en 1957, cuenta la historia de Morris Bober, un tendero en el Brooklyn de la posguerra, que "quiere algo mejor" para sí mismo y su familia. Primero aparecen dos ladrones y lo asaltan; luego las cosas mejoran cuando Frank Alpine, con la nariz rota, se convierte en su ayudante. Pero hay complicaciones: Frank, cuya reacción hacia los judíos es ambivalente, se enamora de Helen Bober; al mismo tiempo, empieza a robar en la tienda. Como las mejores historias de Malamud, esta novela evoca infaliblemente un mundo inmigrante de circunstancias difíciles y grandes expectativas. Malamud definió la experiencia del inmigrante de una manera que ha demostrado ser vital para varias generaciones de escritores.