Este es un cuento conmovedor escrito por un niño de 4 años, cuyo mayor deseo era que siempre fuera de día para poder jugar todo el tiempo. Esta historia sembrará las semillas de la creatividad, la atención plena y la conciencia ambiental desde una edad muy temprana de una manera fácil y divertida. El libro explora cómo la mente de un niño trabaja para resolver problemas, alternando entre la fantasía y la realidad. Los padres se sentirán inspirados por la historia de compañerismo y aliento de su madre, quien logró transformar el sufrimiento en la emoción de encontrar la solución al problema de tener que dejar de jugar e irse a la cama por la noche.