En la costa de Norfolk, la arqueóloga forense Ruth Galloway es llamada para examinar unos huesos de niños encontrados cerca de un antiguo henge prehistórico. La policía cree que podrían pertenecer a una niña desaparecida hace diez años, pero Ruth sospecha que son mucho más antiguos. Mientras tanto, el inspector jefe Harry Nelson recibe extrañas notas anónimas sobre sacrificios rituales, lo que le lleva a creer que la desaparición de la niña está relacionada con un antiguo culto. Cuando otra niña desaparece, Ruth se da cuenta de que está en peligro, ya que el asesino sabe que se está acercando a la verdad.