En 1952, en el barrio de Tiger Bay de Cardiff, Mahmood Mattan, un somalí, es acusado del asesinato de una tendera judía. A pesar de las inconsistencias en las pruebas y la falta de un motivo claro, Mattan es declarado culpable por un jurado influenciado por el racismo y la xenofobia. La novela explora las injusticias sistémicas y los prejuicios raciales que llevaron a la condena injusta de Mattan, destacando la discriminación que enfrentaban las comunidades marginadas en la Gran Bretaña de la posguerra. A través de la historia de Mattan, Nadifa Mohamed arroja luz sobre las fallas del sistema judicial y las devastadoras consecuencias de la injusticia racial.