Londres, 1958. En la víspera de la revolución sexual, Juliet Montague, dentro de su conservadora comunidad judía donde solo los hombres pueden divorciarse de las mujeres, se encuentra siendo una viuda viviente, invisible. Desde que su marido desapareció hace siete años, Juliet ha sido una madre soltera trabajadora de dos hijos y es excesivamente práctica. Pero en su trigésimo cumpleaños, todo está a punto de cambiar. Un joven y rico artista le pide que pinte su retrato, y Juliet, movida por el poderoso deseo de ser vista, entra en el floreciente mundo del arte del Londres de los años 60, que le traerá fama, fortuna y un amor para toda la vida.