Este libro explora cómo la generación de jugadores está transformando el entorno laboral. Los autores, John C. Beck y Mitchell Wade, argumentan que las horas dedicadas a los videojuegos han dotado a esta generación de habilidades únicas, como la capacidad de realizar múltiples tareas, resolver problemas de forma creativa y ejercer liderazgo de manera inesperada. El libro desmitifica las creencias comunes sobre los jugadores y los presenta como personas comprometidas, orientadas al trabajo en equipo y con una mentalidad ganadora.