En 1888, Sherlock Holmes se encuentra languideciendo por un caso criminal digno de sus poderes. Entonces, uno se materializa, anunciado por el sonido de la sangre y el grito de los titulares. En el viciado Whitechapel, tres mujeres pobres de moral dudosa han sido asesinadas, sus cuerpos horriblemente profanados. Y en cartas burlonas, su asesino anuncia su intención de atacar de nuevo y firma con el nombre de Jack el Destripador. En esta historia, el gran detective regresa para cazar a Jack el Destripador.