En esta divertida y nostálgica memoria, Bill Bryson nos lleva de vuelta a su infancia en los años 50 en Des Moines, Iowa. Con su característico humor, Bryson relata sus aventuras y desventuras mientras crecía en una época dorada de la cultura estadounidense, donde la imaginación y la realidad a menudo se entrelazaban. El libro captura la esencia de una infancia llena de inocencia, curiosidad y la búsqueda constante de convertirse en un superhéroe.