Este documental explora cómo Cuba logró superar una severa crisis económica tras el colapso de la Unión Soviética en 1990. Con la drástica reducción de las importaciones de petróleo y alimentos, las comunidades cubanas se unieron para crear soluciones innovadoras y prosperar a pesar de la escasez de recursos. La película muestra cómo la agricultura urbana, el uso de energías renovables y la cooperación vecinal fueron clave para la supervivencia de la isla. Un ejemplo inspirador de resiliencia y adaptación frente a los desafíos energéticos y económicos.