La conmovedora autobiografía de Eric Lomax relata su terrible experiencia como prisionero de guerra en un campo japonés durante la Segunda Guerra Mundial. Forzado a trabajar en la construcción del infame ferrocarril de Birmania-Siam, Lomax sufrió torturas inimaginables por construir una radio rudimentaria. Marcado emocionalmente por estos horrores, luchó durante años para superar el trauma. Con la ayuda de su esposa, Patti Lomax, y la Fundación Médica para la Atención de Víctimas de Tortura, Lomax logró confrontar su pasado y encontrar la paz. Cincuenta años después de los hechos, tuvo la oportunidad de conocer a uno de sus torturadores, un encuentro que culminó en un acto de perdón y reconciliación.