En Mozambique, a orillas del Océano Índico, Zeca Perptuo, un antiguo pescador, solo tiene ojos para su vecina, la mestiza Dona Luarmina, que pasa la mayor parte del tiempo deshojando flores invisibles. Sus conversaciones diarias, a veces cómicas, desilusionadas o conmovedoras, a menudo toman caminos extraños. Poco a poco, llegan a revelar pesados secretos. ¿Llegarán al final de su diálogo mientras su existencia, ya precaria, se hunde inexorablemente? Este libro es una traducción de Elisabeth Monteiro Rodrigues.