Kiera Blackhwak solo deseaba saber la verdad sobre su pasado, sin anticipar que se enamoraría perdidamente de su jefe, Sam Prescott. Cada caricia encendía su cuerpo, y cada mirada la tentaba a compartir secretos que no debía revelar. Sin embargo, no podía ceder a la seducción del director del hotel, ya que él era leal a la familia que ella podría destruir con sus secretos.