María no puede ir al colegio porque tiene mucha tos. Como sus padres trabajan, tienen que contratar a una mujer que la cuide. Sus padres contratan a Gerda como asistenta para que cuide de María. María no entiende por qué tuvieron que contratar a... ¡Una bruja! Esta novela demuestra que las apariencias engañan y que a veces, las personas que menos esperamos pueden ser las que más nos ayudan.