Verte es una niña de once años que no muestra ningún talento para la brujería, para consternación de su madre, Ursule, quien desea transmitirle el oficio. Verte expresa su deseo de ser normal y casarse, mostrando interés en los chicos de su clase y disgusto por los brebajes para envenenar al perro de los vecinos. Ursule decide confiar a Verte a su abuela, Anastabotte, una vez a la semana, con resultados que superan sus expectativas, quizás demasiado.