Este libro de Concepción Sánchez Blanco aborda la problemática de la violencia física y la construcción de identidades en las escuelas infantiles. A través de una reflexión crítica, la autora busca ofrecer un punto de partida para transformar las prácticas docentes y fomentar la convivencia pacífica en el ámbito escolar. Se analizan actitudes y se indaga sobre su origen social, con el objetivo de construir un mundo más justo para la infancia.