En este libro, Ann Lee explora las políticas y prácticas que han impulsado a China como potencia global, identificando lecciones valiosas que Estados Unidos puede aplicar para fomentar el cambio interno. Lee analiza el rápido crecimiento económico de China, su sistema político y su enfoque en la economía real, ofreciendo una perspectiva equilibrada que reconoce tanto los logros como las deficiencias del país asiático. Este análisis ofrece una nueva perspectiva en un momento en que el aprendizaje mutuo es crucial para el progreso global.