Wiggins, un joven aprendiz de detective, se embarca en una nueva aventura entre Francia y Londres, intentando no caer en las trampas de las ilusiones. Sherlock Holmes envía a Wiggins a Londres con un pretexto falso, y los enamorados de Daisy y Gracie Kitten no son quienes dicen ser. La escena final tiene lugar en un museo de cera, y hasta Louis, el amigo francés de Wiggins, se divierte jugando a ser un fantasma en el barco. Este libro está lleno de mentiras y apariencias engañosas, donde el joven detective de quince años debe desconfiar de las apariencias para resolver los misterios que se le presentan. El lector disfrutará confrontando las pistas junto a su héroe.