Muy antiguo muñeco de celuloide de finales de 1800, rostro chafado en su mitad, su valor extraordinario radica en sus ropas, totalmente confeccionadas a mano con la indumentaria reproducción fiel de un bebé de la época, el sobrefaldon de seda rosa como el gorro no se ha puesto porque estaba muy deteriorado.
En su estado original sin limpiar ni restaurar.
Marca en espalda del muñeco con inscripción hecho en Japón.