Álbum debut homónimo de la cantante estadounidense Stacie Orrico, lanzado en 2003. El álbum incluye los éxitos "Stuck", "(There's Gotta Be) More to Life" y "I Promise". Con una mezcla de pop, R&B y elementos de música cristiana, este álbum consolidó a Stacie Orrico como una de las jóvenes promesas de la música pop a principios de la década de 2000.