COLECCIÓN: Super Rompetechos || EDITOR: Editorial Bruguera (Barcelona, Cataluña, España) || PORTADA: Francisco Ibáñez || DIRECTOR: Joaquín Martínez Piles || FORMATO: Grapa, 52 pp., il. col., 27 x 19 cm.
El tebeo Super Rompetechos fue una revista de historietas española de contenido variado confeccionada en su mayor parte a partir de materiales de archivo de la editorial Bruguera.
«Super Rompetechos», que otorgaba su cabecera a Rompetechos (entrañable personaje de Francisco Ibáñez, el más querido por su autor y el más popular junto a Mortadelo y Filemón y los inquilinos de la «13, Rúe del Percebe»), fue uno de los tebeos en que Bruguera empleó el prefijo «super», tras «Super Pulgarcito» (1970), «Super Mortadelo» (1972), «Super Zipi y Zape» (1972), «Super Tío Vivo» (1972), «Super DDT» (1973), «Super Sacarino» (1975), «Super Lily» (1976), «Super Carpanta» (1977) y «Super Cataplasma» (1978). Todos ellos tenían una extensión mayor que los tradicionales de la casa y aparecían inicialmente cada cinco semanas en lugar de semanalmente.
Entre 1978 y 1983 se publicaron 41 números con la cabecera «Super Rompetechos». Más de un año después del último número, la colección continuó con la numeración pero con el título «Rompetechos» hasta su cierre en mayo de 1985 (n.° 45).
Hubo un número especial publicado en 1982, «Extra de primavera», más otros trece números extraordinarios que llevaron una numeración correlativa con extras de otras colecciones de Bruguera, los cuales se asignan a ambas colecciones, a esta y a la convenida colección «Extra» (que arrancó en 1982).
SUPER ROMPETECHOS, N.º 32
Este número contiene la historieta de Rompetechos titulada «El sombrero», diferente a otra historieta de igual título publicada en el álbum n.º 36 de «Rompetechos» de la «Colección OLÉ» (1971) .
Contiene también la historieta de corte realista titulada El prototipo (1975), escrita por Jaume Ribera y dibujada por Juan Escandell, un 'thriller' de aventuras que arranca con el robo de un avanzado prototipo de avión de combate.
Reseñable es también la historieta de Mortadelo y Filemón titulada «La chapuza», dos páginas apócrifas, pues su autor no es Francisco Ibáñez sino Ramón María Casanyes [en cinco años, Casanyes y su equipo, compuesto principalmente por Lurdes Martín Gimeno e Isabel Penalva, habían dibujado más de dos mil páginas, una parte importante, pero no la totalidad, de la producción de personajes de Ibáñez realizada a iniciativa de la editorial Bruguera que poseía los derechos en exclusiva sin consentimiento del autor].
Seguramente también apócrifa (realizada quizás por el estudio de Blas Sanchis o por Francisco Torá) es la historieta titulada «Estaba escrito», de Las hermanas Gilda, una de las tres series más célebres de las creadas por el genial Manuel Vázquez.
A destacar asimismo en este número la sección de viñetas didácticas Las lecciones del profesor Periplus, hablando en este caso de «El aire comprimido», por Ricardo Oliván Turrau, que firmaba simplemente como Ricardo, un autor español con formación de magisterio nacido en 1938 en Barbastro, Huesca, que, tras ejercer por un corto periodo como maestro, comenzó a mitad de la década de los años 50 a trabajar de humorista gráfico en el suplemento «Don José» del diario «España», de la por entonces ciudad internacional de Tánger. También publicó viñetas en «La Cordoniz» y en el especial «100 Cómics con Aspirina», libro que la empresa Química Farmacéutica Bayer lanzó en 1998 para celebrar el centenario de su producto estrella, la Aspirina, como obsequio para miembros del colectivo sanitario. Haciendo hincapié en su gusto por la faceta educativa de la historieta, Ricardo (hermano del también historietista y humorista gráfico Enrique Oliván Turrau, «Oli») se especializó en las secciones de pasatiempos y de carácter didáctico de las revistas de historietas, principalmente en los tebeos de Bruguera, donde tan pronto alojaba una viñeta o una tira con vocación pedagógica, como un problema dibujado en secciones de miscelánea (hubo varias colecciones de minilibros de pasatiempos de Bruguera que él dibujó al completo). Para el tebeo «Sacarino» de Bruguera creó en 1975 la serie humorística y didáctica «El profesor Cerebelo», y para «JAuJA» de Ediciones Druida la serie de pasatiempos «Gimnasio mental» en 1982.
En cuanto a la publicidad de la época, de la propia Editorial Bruguera contiene un anuncio a doble página del «Premio Bruguera de historieta de humor, para dibujantes y guionistas», con las bases del concurso y la lista de premios, unas ilustraciones de Mortadelo (parte de una página de historieta en blanco y negro y la estatuilla del «Mortadelo de Oro») y un cupón a rellenar para inscribirse en el concurso. También de Bruguera hay insertas en las páginas 35 y 50 unas viñetas publicitarias con ilustraciones de personajes de Ibáñez (Mortadelo, Pepe Gotera y Otilio) aludiendo a una idea y un regalo sorpresa a desvelar en el próximo número. Y ajena a Bruguera, hay una publicidad clásica del culto al cuerpo de los años sesenta a ochenta del Sansón Institut de Barcelona y su gimnasio, cuyos anuncios se caracterizaban, en el aspecto gráfico, por sus fotografías en blanco y negro y sus dibujos a carboncillo y pluma de fornidos hombretones y estilizadas señoritas (en la primera época, sobre todo de su director técnico y campeón de Europa de lucha libre allá por los años cincuenta Manuel Rillos, «El Adonis»), y que ofrecían cursos de cultura física y musculación por correspondencia con el anzuelo de un cupón para solicitar gratis una «revista deportiva demostrativa».
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