Se trata de un circuito de la rara galga S, que parece solo la fabricó Payá en Europa, aunque más conocida en América. El mérito sobre todo reside en que los tramos son de calamina con traviesas de baquelita, frágil la primera, por lo que es un milagro encontrarlos íntegros tal cual están desde el año 1950, aprox. Muy difícil reunir este complejo, sano, que bien tratado podría perpetuarse, por lo que están debidamente lubricados para evitar su fatiga. Todos los tramos tienen 20 cm. de longitud.
Hay que hacer saber que solo aparecen defectuosos los dos desvíos, aunque restaurables. No obstante, aun prescindiendo de ellos, se puede cerrar el circuito perfectamente.
El conjunto consta de:
16 rectas.
1 cruce
2 desvíos
1 conector de vía
14 curvas