Sistema electromagnético patentado, con máquina original y adaptado para pilas LR14.
Modelo XC, ya aparece en el catálogo de 1925.
La maquina se ha revisado y funciona perfectamente.
Caja de madera de raíz de nogal con marquetería en buen estado, con cristal abombado.
Patas de latón y sello original del fabricante.
Año 1930s.
Mide 18,5x25,5x10,5cm.
El Bulle Clock es un reloj electromagnético francés pionero, cuya patente fue registrada por Favre Bulle y Madame Veuve Andre-Moulin (la viuda de Marcel Andre-Moulin) en 1920. Este sistema se considera una de las creaciones más ingeniosas en la relojería eléctrica del siglo XX.
El corazón del Bulle Clock radica en su innovador péndulo electromagnético. A diferencia de los relojes mecánicos tradicionales, que dependen de pesas o muelles para su energía, el Bulle Clock utiliza la interacción entre un imán permanente y una bobina eléctrica.
Péndulo con bobina: En el Bulle Clock, la bobina electromagnética forma parte integral del péndulo.
Contacto eléctrico: Cuando el péndulo se balancea, establece y rompe un contacto eléctrico muy brevemente.
Impulso magnético: Durante este instante de contacto, una pequeña corriente eléctrica fluye a través de la bobina del péndulo, generando un campo magnético alrededor de ella.
Interacción con el imán fijo: Este campo magnético interactúa con un imán permanente fijo (generalmente una barra curva con tres polos) que está montado en la base del reloj. La repulsión o atracción entre estos dos campos magnéticos proporciona el impulso necesario para mantener el balanceo del péndulo.
Eficiencia energética: Este sistema es notablemente eficiente, ya que solo consume energía en el momento preciso en que el péndulo necesita un "empuje". Esto permite que los Bulle Clocks funcionen durante largos períodos con una sola pila de 1.5 voltios (en modelos adaptados, históricamente utilizaban pilas de mayor tamaño).
Transmisión del movimiento: El movimiento oscilante del péndulo se transmite a las manecillas del reloj a través de un mecanismo de engranajes sencillo y preciso, a menudo visible a través de cúpulas de cristal que caracterizan a muchos de estos relojes.
Esta ingeniosa configuración minimiza la fricción y el desgaste mecánico, ofreciendo una notable precisión y durabilidad.