15 de oct, 2019 por Ignacio del Valle
El 15 de octubre se celebra el Día Mundial del Lavado de Manos, un hábito de lo más saludable. En Colecciona Recuerdos repasamos los aguamaniles y palanganas del pasado.
En la fría Europa, la aversión al baño y al jabón se compensaba con el enmascaramiento de la tufalla con perfumes. Incluso en el tan positivista siglo XIX se sospechaba del baño que podía transmitir enfermedades como el tifus o la tuberculosis. En cambio en la reconquistada España, las costumbres de los moros nos dejaron las bondades de las abluciones y el cuidado de la higiene personal.
El 15 de octubre se celebra el Día Mundial del Lavado de Manos, un hábito en el que se invierten apenas 20 segundos, agua y jabón y, a cambio, nos salvaguarda de diarreas y contagios de enfermedades engorrosas. Al llegar a casa, antes de cocinar, antes de comer, después de ir al baño o cambiar el pañal a un bebé, lavarse las manos nos ahorrará visitas al médico y facturas de medicinas. Pocos gestos tan simples y cómodos en los tiempos del agua caliente sanitaria con temperatura a voluntad, nos evitarán quebrantos de salud previsibles.
Entendemos por aguamanil el jarro de metal, barro, palangana, jofaina o derivados que sirven para lavarse las manos y para dar aguamanos (la costumbre de lavar las manos a los comensales tras el banquete, ritual que pervive en la toallita de húmedo limón que proporcionan en las marisquerías de gambas cocidas o a la plancha).
También se entiende por aguamanil la estructura, armarito o mueble donde se ubica la palangana y la jarra de agua. Mobiliario de lujo de nuestros ancestros que con demasiada frecuencia se recicla en la actualidad como macetero para plantas de interior. Toda tendencia sea respetada en aras de la decoración vintage.
En Francia, Alemania, Italia y las Britanias por aguamanil se refieren a la jarra. concretamente a la vasija de metal o porcelana que, bajo la apariencia de un fantástico animal o cabalgadura, sirve agua por la boca. De tal forma que bajo la misma denominación nos encontramos tanto con jarras, palanganas y colección de accesorios afines para servir agua en bandeja.
En cambio, en la vieja piel de toro son más propios los aguamaniles de cerámica con escenas campestres, pájaros, mariposas o la loza nívea rematada por una cenefa azul. Los aguamaniles con sus siluetas depuradas por siglos de sabiduría alfarera son un regalo para la vista.
En todocolección puedes encontrar los lotes más interesantes y de costumbres tan sanas y saludables para recordar: la de lavarse las manos más a menudo.