2 de ene, 2019 por Ignacio del Valle
Desde los calendarios agrícolas del medievo al calendario laico republicano francés, seguimos coleccionando días nefastos y otros agradables de recordar. Para sobrellevarlos tenemos la pasión de coleccionar calendarios.
La unidad fundamental del calendario es el año solar, aunque como lunáticos, desde la noche de los tiempos somos proclives a practicar el calendario lunar con sus doce lunaciones de 29 días y medio, que difieren en 11 días y cuarto del calendario solar.
El primitivo año romano constaba de 304 días, agrupados en 10 meses, de los que 4 eran de 31 días y los otros 6 meses de 30. La cuestión es que con la irrupción del cristianismo, junto a sus calendarios julianos y gregorianos, cada época mide la relatividad del tiempo a su manera, incluso con artilugios atómicos.
En la cocina, la sala o el despacho. Los almanaques, al igual que las agendas de papel, se siguen aferrando a nuestra copiosa tradición. Para las generaciones educadas a cuaderno y lápiz, la excursión a la caja de ahorros a rapiñar el anuario de pared y la agenda de tapa forrada en símil piel sigue siendo un rito navideño obligado.
En todocoleccion hay cerca de 68.000 calendarios de bolsillo con las temáticas más diversas. Desde obras de arte, pinturas religiosas, estampas de santos milagreros a las procacidades eróticas que hicieron furor en la salvaje década de los ochenta. Si hay fiel testigo de cómo cambian los tiempos y nos adentramos en la espiral de la modernidad, los calendarios ya sean perpetuos o de propaganda son testigos de excepcionales de la historia.
Fruto de la observación astronómica y anotación en cuaderno de campo del “Copérnico español”, D. Mariano Castillo y Ocsiero, surge el genuino Calendario Zaragozano del que se llegaron a imprimir más de 1.500.000 de ejemplares en los buenos años. En este aspecto hay tradiciones de regalar a los bebés el calendario zaragozano coincidente con el año de su nacimiento. También es mítico el taco calendario del Corazón de Jesús. Un almanaque de pasar y leer cada hoja con atención. Consejos de salud, citas, microcuentos y oraciones multifuncionales.
Desde que entramos en el siglo XXI y nuestra fijación con las cifras redondas, medidas a ojo desde el neolítico, nos intentan asustar con incertidumbres y desastres que invitan al “hermano bebe que la vida es breve”. El apocalíptico colapso cibernético del año 2000 o la profecía del fin del mundo del calendario maya para el 2012.
Mientras acabamos de petar, desde todocoleccion queremos desearte un muy feliz aterrizaje y despegue de año nuevo. Y para celebrarlo, recomendarte que te pases por los preciosos calendarios vintage del 2019 que la comunidad todocoleccionista ha preparado para que disfrutes de un muy feliz año. Un año de colección.