Exorcismo de Carlos II de España

29 de ene, 2019 por Ignacio del Valle

Carlos II: Historia de un exorcismo y hechizo económico

Recordamos uno de los episodios más oscuros de nuestra historia. El monarca Carlos II "El Hechizado" junto a frailes fanáticos, monjas asturianas endemoniadas y exorcismos en el Palacio Real.


El monarca Carlos II “El hechizado”, aún con sus múltiples discapacidades, dejó la herencia de una gestión económica con superávit que valía un imperio. A raíz de un manuscrito original del siglo XVIII, que forma parte de la Subasta Extraordinaria de Invierno 2019, recuperamos la truculenta historia del proceso legal contra el polémico confesor de Carlos II, Fray Froilán Díaz. Una excusa para indagar en la figura de un rey con mucho por reivindicar. 

Las novelerías de Gonzalo Torrente Ballester en El rey pasmado acerca del reinado de Felipe IV, su valido el Conde Duque de Olivares con conspiraciones jesuíticas y malas compañías luciferinas, fueron superadas con creces en la corte de Carlos II “El Hechizado” con quien se extinguió la dinastía de los Habsburgo en España. El embajador de Francia describe así al controvertido bebé: 

“El príncipe parece bastante débil; muestra signos de degeneración; tiene flemas en las mejillas, la cabeza llena de costras y el cuello supura; asusta de feo”. 

 

Carlos II, dinastía autriaca

 

La versión oficial difunde el optimista nacimiento de “un robusto varón, de hermosísimas facciones, cabeza proporcionada, pelo negro y algo abultado de carnes”. Las noticias falsas son tan antiguas como el hilo de nuestros enlutados y engolados protagonistas.

A la muerte de Felipe IV en 1665, su heredero Carlos II ya había destrozado las areolas de las 14 nodrizas que lo amamantaron hasta los cuatro años de edad. El chiquillo no pudo sostenerse solo de pie hasta los seis años. Lento en el aprendizaje, irascible, epiléptico, de torpe psicomotricidad, a pesar de ser retratado tantas veces montado a caballo, padeció un compendio de quebrantos de salud dignos de compasión hasta en las sociedades más rupestres. 

En la España supersticiosa del siglo XVII, el confesor y confidente iluminado del monarca, el dominico Froilán Díaz, se aventuró con castiza cazurrería deparando para la posteridad la sospecha de un rey endemoniado.

 

Moneda de Carlos II

Carlos II, chocolate relleno y monjas endemoniadas

Los rumores que engordan las conjuras alimenticias en los círculos de poder, en este caso palaciego, el runrún de que el monarca estaba embrujado hizo estragos. Y es el propio Carlos II quien sugestionado, expresa a su confesor “Muchos me dicen que estoy hechizado, y yo lo voy creyendo: tales son las cosas que dentro de mí experimento y padezco. Y pues seréis presto nuevo inquisidor general y haréis justicia a todos, hacédmela a mí también, descargando de mi corazón esta opresión que tanto me atormenta”.

Es evidente que la salud quebradiza de un monarca sin descendencia inquietaba la estabilidad de una nación agobiada por ¿Un imperio en declive? Por eso la historia se complica con la iluminación de Froilán Díaz y su compañero de estudios fray Antonio Álvarez de Argüelles, exorcista, que se entrevista con el diablo de Cangas parasitado en la carne mortal de un trío de monjas asturianas. 

 

Tarjeta postal Carlos II

 

Su satánica entidad declara por boca de las siervas de clausura que el monarca por maléficas artes estaba negado para engendrar y para gobernar. La reina regente y su valido Valenzuela encargaron un sortilegio cuando el infante contaba con solo 14 años. Enriquecieron el chocolate que tanto le gustaba a la principesca criatura con sesos e ingredientes de asadurilla de hombre muerto, para privarle de la salud e impedirle la procreación. 

Este rocambolesco pasaje con retractación del propio demonio de la sidra y aparición de nuevos y más estrafalarios personajes, como el fugado Mauro Tenda, el exorcismo en palacio, la huida de los frailes iluminados y los ceses en la cúpula del Santo Oficio y proceso judicial. 

En todocoleccion hay muchas referencias y publicaciones relativas a este sumario, siendo extraordinario el manuscrito anteriormente mencionado, que transcribe “Una relación sobre el proceso de 1698-1704 contra el polémico confesor de Carlos II, el fraile dominico Froilán Díaz (m. 1709), quien, convencido que el monarca estaba hechizado, le sometió a exorcismos bajo la supervisión del inquisidor general Juan Tomás de Rocabertí y se ganó la enemistad del partido de la reina Mariana”. 

 

Manuscrito proceso contra confesor de Carlos II, Fray Froilán Díaz

 

La desconocida hechicería económica de Carlos II

En historiografía actual se cuestiona la pésima imagen de Carlos II propagada por los intereses dinásticos y económicos del rey Luis XIV de Francia y el cainismo ibérico durante más de tres siglos. La profesora Elvira Roca Barea, alude a los trabajos de Christopher Storrs que reclama el protagonismo de un monarca bastante competente. 

Carlos II, muy consciente de sus limitaciones y formación como estadista, se rodeó de un equipo hombres capaces. A través de Fernando de Valenzuela, Juan José de Austria, el duque de Medinaceli y otros, se logró la mayor deflación económica nuestra historia. Tras cerca de un cuarto de siglo de reinado, Carlos II dejó España con mejores salarios, menores impuestos y unas arcas públicas saneadas que la dinastía entrante se encargaría de despilfarrar. “El dinero que viene fácil, fácil se va”. A no ser que lo inviertas con sabiduría en tu colección.

 

Copia del testamento de Carlos II

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