Los rosarios católicos constan de cinco grupos de diez cuentas, separadas por otra más especial y el hilo que las atraviesa se une en los extremos rematados por una cruz. Facilita el rezo en familia por orden según el día de la semana de los veinte misterios (Gozosos, Dolorosos, Luminosos y Gloriosos) que conmemoran la vida de la Virgen María y de Jesucristo. Los rosarios desde siempre se han fabricado con los materiales más diversos: cordeles, cadenas de plata u oro y las cuentas de hueso, madera, vidrio, baquelita, coral o piedras preciosas.

El rosario y la carretera

 

Hasta no hace tanto, era muy común rezar o portar un rosario en un vehículo en el momento de emprender un viaje o de acometer una tarea delicada. Orar es solicitar. Muy nuestra fue la costumbre de iniciar con el rezo de un rosario los viajes en coche, en tren o en autobús por las retorcidas carreteras secundarias de España.

Devuélveme el rosario de mi madre

Los rosarios eran considerados elementos imprescindibles en el ajuar doméstico. Dada su variedad de estilos y formatos: rosarios de anillo, rosarios de monjes a modo de cinturón para ceñir el hábito... Hay un rosario para cada ocasión y de ahí la inagotable imaginación, niveles de acabado y piezas disponibles que han llegado a convertirse en complementos de moda.

 

 

María Dolores Pradera en el vals peruano Devuélveme el rosario de mi madre compuesto por Mario Llerena Cagnavaro inmortalizó su significado:

“…Devuélveme mi amor para matarlo.
Devuélveme el cariño que te di.
Tú no eres quien merece conservarlo
Tú ya no vales nada para mí.
Devuélveme el rosario de mi madre
Y quédate con todo lo demás
Lo tuyo te lo envío cualquier tarde,
No quiero que me veas nunca más”…

 

No sabemos si la protagonista de tan delicada situación emocional  recuperó el rosario de su madre para tenerlo a mano en la mesilla de noche. De lo que estamos seguros es de que en todocolección dispones de más de 4.800 rosarios y esforzándote en la búsqueda hallarás una pieza de arte sacro equivalente o mejor.