4 de abr, 2022 por Ignacio del Valle
Funcional o decorativo, el espejo es imprescindible en tu día a día. Artículo de lujo ayer y objeto práctico hoy. Viajamos por el simbolismo y algunas curiosidades de este elemento decorativo.
El espejo en teoría representa el reflejo de la realidad. No obstante, al devolver la imagen invertida también simboliza la fortuna y los reveses de la vida. El espejo también da pie a la imaginación, contemplación y autoconciencia.
El espejo nos conecta con el mito de Narciso y su mirar en el agua. Desde la antigüedad el espejo se ha considerado como un objeto ambivalente porque no solo reproduce imágenes, en cierta manera las contiene y las absorbe, de ahí que los espejos sean protagonistas de cuentos y leyendas populares, que le atribuyen un carácter mágico e incluso supersticioso por su inquietante poder para devolver imágenes del pasado.
Los espejos se relacionan con la Luna que refleja la luz del Sol. En muchas culturas retratan las versiones del alma, su volubilidad y adaptación a los sentimientos que la frecuentan y retienen su interés. En la pintura, la literatura y el cine el espejo es una puerta a lo desconocido. De Blancanieves a la maravillosa Alicia de Lewis Carroll, o el espejo de Galadriel que muestra el futuro en El señor de los anillos de Tolkien. Sin olvidar a Harry Potter y su Espejo de Oesed, deseo escrito al revés como sus inscripción “Oesed lenoz aro cut edon isara cut se onotse”: “Esto no es tu cara, sino de tu corazón el deseo". El espejo ante el que te maquillas o afeitas cada mañana sabe todo de ti.
Egipcios, griegos, etruscos y romanos usaron espejos de superficies de metal pulido. Con las mejoras técnicas los espejos de vidrio con azogue fueron creciendo en calidad y tamaño. En el siglo XVI se generaliza su uso decorativo en los palacios, donde los salones o salas de espejos como en Versailles representan el sumun de la ostentación. El precio de un espejo superaba al de una pintura al óleo, motivo por el que comenzaron a enmarcarse como cuadros de gran valor, una costumbre que perdura en la actualidad.
Destacaron los espejos venecianos, la legendaria pericia con el vidrio en la Isla de Murano y su afamado cristallo, cuya fórmula era secreto de la Ciudad Estado y se preservó para dominar el mercado europeo. En uno de los primeros casos documentados de espionaje industrial, el ministro de Hacienda de Luis XIV potenció la industria del vidrio en Francia atrayendo maestros espejeros de Italia, en una particular guerra turbia con Venecia. Con los franceses dominando la tecnología en estas manufacturas en tiempos de Felipe V, en España la dinastía de los Borbones a espejo de la corte francesa impulsa en tiempos de Fernando VI y Carlos III la Real Fábrica de Cristales de la Granja, donde se realizaron los mejores espejos de Europa. En los espejos de la Granja se podían mirar los reyes montados a caballo, un alarde tal vez exagerado, aunque es evidente que en esas instalaciones la máquina de pulir espejos y la enorme mesa de bronce que se usaba para colar el vidrio era de un tamaño descomunal.
Los espejos son elementos imprescindibles en la decoración. Ya sea por su funcionalidad para engrandecer o iluminar espacios, los espejos del recibidor al dormitorio ayudan a establecer puntos focales. En el salón, sobre la chimenea o el sofá, encima de una cómoda, aliado imprescindible del tocador, colgado o apoyado sobre la pared, en el vestidor y el baño, el espejo refleja tu día a día allá por donde vas.
Los marcos de los espejos pueden recordar al estilo neoclásico con sus órdenes de columnas y copetes a modo de frontón triangular, realizados con taraceas e incrustaciones de madera noble.También son muy apreciadas las creaciones modernistas con sus juegos de curvas y armonía. Aunque hay que reconocer, que en materia de antigüedades el estilo barroco, con marcos dorados y volutas que juegan con la profundidad en su diseño, es el protagonista de los espacios más distinguidos. En todocoleccion dispones de más 4.000 espejos antiguos y más de 3.000 espejos vintage con marcos de cerámica, forja y tondos, o con marcos circulares de los que salen rayos de sol que caldean tus mejores recuerdos.