10 de ene, 2020 por Ignacio del Valle
Tras los desfases navideños llega el inicio de la cuesta de enero. Antes de quejarte recuerda que siempre hay alguien que está más necesitado. Abordamos el coleccionismo de limosneros, lee este post por caridad.
La limosna es el donativo que se da para socorrer una necesidad. Los tiempos siempre han sido duros para los más desfavorecidos y ha sido deber de todas las confesiones religiosas pedir para los huérfanos, viudas y ancianos necesitados. En el caso de la iglesia católica, además de los diezmos o recaudación de la décima parte de los ingresos para el sostenimiento de la feligresía, sus métodos han alcanzado la categoría de obra de arte. Los limosneros o receptáculos de estas dádivas son prueba de ello. También existen las limosneras o bolsos pequeños de señora propios para guardar los dineritos a través de los que se pueden redimir pecadillos veniales y enjuagar la conciencia sin remordimiento.
Las aportaciones de los fieles; la financiación de la Iglesia ha sido fundamental desde el inicio del cristianismo y de casi todas las religiones. Construir la Jerusalén celestial aquí en el terruño con basílicas, iglesias y catedrales para el rezo de la feligresía en el más acá.
Los primeros seguidores de Cristo celebraban la eucaristía llevando a misa el pan y el vino, tras la consagración, se repartía entre los pobres. No es casualidad que en la celebración de las actuales misas cuando se presenta el pan y el vino que van a convertirse en Cuerpo y Sangre de Cristo, se acomode el momento a la recolección de donativos con una cesta o bandeja. En las citas dominicales de 12 de la mañana en presencia de todo el vecindario el parroquiano de fe, con sus mejores galas, honra al Señor y a sus representantes terrenales con su contribución en monedas o billetes.
Si tienes un hijo pillo, mételo a monaguillo, rezaba el refrán. Los cepillos y limosneros de todocoleccion adoptan las formas más singulares que animan a aflojar la bolsa. Recuerdos de vidas ejemplares de extrema pobreza como San Francisco de Asís, San Ignacio de Loyola, San Juan de Dios, Santa Bernardette, San José Cupertino o San Diego de Alcalá.
Los limosneros también imploran a la caridad con figuras de diferentes Santas Vírgenes, desde la Virgen del Rocío a la Virgen de Guadalupe. La muy venerada Virgen del Carmen, la Virgen de Fátima o la Virgen de los Desamparados no puede faltar, como tampoco Nuestra Señora de Lourdes.
También pueden entrar en la categoría de limosneros las huchas para las colectas del DOMUND y los niños de las Misiones. Realizadas en cerámica con expresiva diversidad racial. En todocoleccion encontrarás cientos de lotes de limosneros que animan a la solidaridad y el coleccionismo que nunca pasará de moda.