1 de feb, 2021 por Ignacio del Valle
Los recortables tienen un público fiel y atento al detalle, además de que surgieron como un juguete barato y muy coleccionable. Te contamos la evolución de esta entretenida afición por recortar.
Tenemos indicios de que los primeros recortables de papel en Europa surgieron en el siglo XI. Con la revolución de la imprenta, hay que esperar la revolución francesa para que en 1791 comiencen a circular por Francia. Muñecas de unos 20 cm impresas en cartulina o cartón, pintadas a mano, que lucían en paños menores y a las que se podía vestir con los modelitos impresos en láminas aparte.
Sobre 1840, con el auge de la litografía de colores, la creatividad se dispara y, entre los santos y monarcas, se cuelan las muñecas a las que se dota de un fondo de armario, ajuar doméstico, mobiliario y casa propia de ensueño. El soporte se populariza y es Raphael Tuck quien junto a su esposa e hijos rige el emporio de las reproducciones de fotografías y postales. Este prusiano afincado en Londres advierte el potencial de los recortables como juguetes baratos y adorables.
Los roles del hombre y la mujer decimonónica. Ellas con vestidos primorosos y ellos peleones dispuestos a desfilar. Con la formación de nuevas naciones en el siglo XIX la imagen del soldado valeroso, los entorchados y trajes de bonito dan lugar a ejércitos de papel. En Cataluña se imitan las técnicas de estampación textil. La editorial Paluzie fue la casa más conocida y reproducía pliegos de soldados y recortables de construcciones. En Madrid los primeros pliegos de soldados y santos llegan con la experiencia de José María Marés i Roca. En 1924 se funda la editora "La Tijera" que lidera las ventas hasta 1960. A los soldados de todas las épocas se suma un ejército de muñecas, futbolistas y hasta toreros. También trenes, tanques, aviones y monumentos.
La moda europea de los juguetes recortables llega con retraso a España con Paluzie, Bruguera o Ediciones Barsal más que con las series de Tintín y Tintina. Alrededor de 1930 este económico soporte permite fantasear muñecas vestidas a la moda, sus accesorios y buenas costumbres. Tomasito, Celia o Mari Pepa. El éxito de Maite en 1950 precede al de la actual Dora Exploradora y la muñeca lucía desde un modelo para un día de picnic o un albornoz para ir a la piscina. Para la década de los 60 y 70 del pasado siglo, habilidosas ilustradoras adaptan el estilo de los tiempos y de un rol de ama de casa perfecta. Los aires hippies llegan a las bolsas de los quioscos con su muñeca, láminas de modelos y unas tijeras de plástico que más que cortar rompían el papel.
Teatros, catedrales, monumentos... Los libros de recortables que dispones en todocoleccion, al igual que los puzles, proporcionan los placeres de la concentración y el trabajo manual. Los recortables volumétricos permiten recrear escenarios y teatrillos donde los niños antaño escenificaban cuentos clásicos. Tienes más de 25.000 recortables sin trampa, en cartulina y papel. Estampas del siglo XIX, vestidos, muñecas y ejércitos de la imaginación, muñecas Mariquita y versiones muy actualizadas de esta afición tan entretenida, aquí en todocoleccion, donde viven los recuerdos.