31 de ene, 2019 por Ignacio del Valle
Las máscaras africanas subsaharianas de colección son ornamentos sagrados funcionales, esculturas sagradas que representan la parte de un personaje que danza, camina y dota a su portador de una entidad propia.
Cuna de la humanidad y tercer continente del planeta con más del 20% de las tierras emergidas, África cuenta de momento con más de 50 estados soberanos y más de mil millones de habitantes.
Prueba de su diversidad ecológica, antropológica y enorme magnitud es que el África Subsahariana está atravesada por tres franjas climáticas diferentes. Tanta profundidad se refleja en una multitud de etnias y religiones, cultos autóctonos que convergen en un hondo sentido de la espiritualidad común y unas tierras habitadas por gran variedad de etnias: zulúes, Dogón, Bamileke, Baule, Sonyé, Suku, Bamileke… cada una con su particular concepto del más allá, su culto y estilo artístico autóctono.
Aun así, para la mayoría de las etnias, los seres vivos, los elementos de la naturaleza y las fuerzas sobrenaturales que habitan en los ancestros mueven el universo. Habitadas por un genio chamán, el carácter sacro es prioritario en las máscaras rituales. Intercomunican al hombre con los dioses para proporcionar un orden político y social. Son imprescindibles para la convivencia y gobierno de la tribu. Las máscaras rituales son la correa de transmisión de los conocimientos, tradiciones y creencias arcanas. Tanto proveen de buenas cosechas como castigan a los delincuentes y guían la vida del miembro de la comunidad desde su nacimiento a la tumba. Razón por la que los primeros misioneros occidentales se obcecan en destruir estos símbolos de la competencia en el más allá.
Ante todo, las máscaras africanas de colección son ornamentos sagrados funcionales. Ya sea para sugestionar a la tribu, encarnar el espíritu de un poder sobrenatural o como rito de iniciación, estas esculturas representan la parte de un personaje que danza, camina y dota a su portador de una entidad propia. Cada máscara tiene su personalidad.
Para los descreídos europeos estos matices y multitud de etnias con sus particularidades rituales es casi indescifrable, salvo para los todocoleccionistas interesados en la antropología que alcanzan a valorar esta espiritualidad primitiva pero noble. Coleccionar arte africano y máscaras se pone en tendencia durante el siglo XIX. Son pintores y escultores post impresionistas como Gauguin, André Derain, Matisse o Picasso, los artistas de vanguardia, los que analizan, estudian y se inspiran en un poder de comunicación elemental, primitivo y altamente expresivo. Un lenguaje común y global.
En la talla de máscaras africanas predominan las maderas duras y resistentes talladas con pericia artesana. Incrustaciones de marfiles, huesos, cuernos, conchas y complementos vegetales para proteger las cosechas, estimular la fertilidad o espantar malos espíritus.
En todocoleccion puedes disfrutar de un gran repositorio de artes y máscaras africanas para iniciarte o acrecentar esta afición. La presencia de España en el vecino continente, desde el norte de África a Guinea Ecuatorial, nos ha facilitado un interesante volumen de máscaras rituales y arte africano. El abanico de la oferta y su valoración económica a precio de mercado está disponible en nuestra herramienta Orientaprecios, así como doctas de publicaciones prestas a guiarte en esta faceta tan mágica del coleccionismo.