14 de feb, 2019 por Ignacio del Valle
Este San Valentín viajamos a través de postales antiguas de amor, frases bonitas y poemas... porque amar nos hace más humanos. Ideas románticas para cualquier época del año.
El 14 de febrero, en mitad del mes más frío del invierno, llega San Valentín y sus postales de amor. El día del amor y de la amistad que florece con ganas de primavera. Sentimientos febriles, nervios, ansiedad ante el hallazgo de la media naranja para exprimirse el corazón hasta la última gota de afecto.
Entre lo pagano, la reformulación cristiana, la tradición medieval de trovadores de amor cortés y las campañas comerciales de los grandes almacenes, en todocoleccion recordamos cómo cortejaban y regalaban nuestros antepasados.
Cartulinas perfumadas, encajes de lencería, lazos, flores secas y la mirada arrobada con promesas vitalicias, sutiles guiños, mojigatería y el pánico a recibir calabazas con un rechazo humillante y doloroso. Las postales románticas y poemas de amor son un género popular, íntimo y fascinante, un fenómeno global asociado a la revolución industrial y la avispada mente comercial de Esther Howland y las postales románticas de su "New England Valentine Company".
El amor no distingue de edad, orientación sexual, raza, religión o clase social. Hasta los seres más racionales y los cínicos más recalcitrantes pierden los papeles, pasan madrugadas y llantos en vela exponiéndose al mayor de los ridículos cuando se enamoran hasta las trancas.
Fatal puntería de Cupido, perverso angelote, pícaro tragaldabas que dispara ciego para enhebrar y remallar el pecho de las parejas incautas. Un corazón atravesado por una flecha con fecha junto a dos nombres. Un sortilegio discreto dibujado en una esquina del cuaderno o la candada intimidad del diario íntimo…
Suspirado en soledad o grabado de la mano y cortaplumas (hoy de multa) en la corteza de una acacia durante un atardecer de paseo por el parque con coro de pajaritos y conejillos risueños. Tampoco pueden faltar las purificadoras mariposas de colorines que en su metamorfosis desde la oruga simbolizan lo volátil, lo imprudente y la sorpresa de un proceso transformador.
En las edades de las ilusiones cuando los individuos fértiles de alta cuna se presentaban y cruzaban en el pedigrí social, los ritos y cortejos empapados de hormonas en ebullición producían pura locura químicefa y grandes disgustos. El amor verdadero poco entiende de intereses económicos, casamientos provechosos, alianzas estratégicas y todas esas esclavitudes que rigen la enredadera trepadora por la pirámide de la reputación.
Al amor se rinden hasta los mariscales británicos cuyo arsenal de ñoñerías cordiales son de museo. A través de las Travesuras de Guillermo, serie de Richmal Crompton en 1922 y publicadas en España en 1935, conocimos de primera lectura la importancia de las postales de San Valentín con las barrabasadas de “Los proscritos” en su pueblo de la campiña inglesa.
Tú también puedes buscar inspiración en los detalles de nuestras tarjetas de San Valentín antiguas. O, por lo menos, sonrojarte con las ocurrencias de la bisabuela o del tatarabuelo, tan siesos, desde su mirada sepia, que en su día fueron capaces de dictar o caligrafiar frases bonitas de amor: “Quisiera ser la medallita de tu cadena de oro, para estar siempre junto a ti y decirte que te adoro” (Pasándose por aquí hubieran ganado más puntos regalando una medalla de colección). “Te quiero hasta el fin, hagas lo que hagas, estés donde estés y pase lo que pase” (lisonjas de viajante pillín).”Eres mi Sol, eres mi Luna, la razón de mi existencia… y la de mi locura...” ( Profecía de demencia senil). Ni Corín Tellado.
En estos días de aplicaciones informáticas y algoritmos que cibernéticamente empalman las nuevas parejas, cuesta entender qué difícil era romper el hielo, entablar una relación con vistas a la convivencia con el sobrino del vecino que hacía tilín, la hija del boticario o la viuda florecida a la salida de misa.
Saludos efusivos, miradas, golpes de abanico y notas, esquelitas manuscritas que viajaban de mano en mano hasta llegar al corazón de destino en la fecha clave del 14 de febrero. Toda una aventura la del amor ya sea galante o carnal. Hay tantas clases de amor como regalos de San Valentín: discos, pinturas, novelas, películas, joyas y tarjetas de amor imperecederas.
San Valentín siempre está de actualidad porque amar es muy importante, aunque escueza, y no perdemos la esperanza de seguir esta ilusionante tradición.