Parálisis permanente, punk español

8 de ene, 2021 por Ignacio del Valle

Un recorrido por el punk español

El punk llega a España en los años 80 con su imperdible estética iconoclasta y guitarras desafinadas. De los Sex Pistols o The Clash a los Ramones y Siniestro Total. Un movimiento musical que, para no tener futuro, aún goza de buena salud musical.


Los finales de los 70 coinciden en España con la transición democrática. La barra libre de libertad anida con el nihilismo y escepticismo del ochentoso movimiento punk.

La estética e inconformismo juvenil cala en las confortables clases medias con tercero de BUP acabado ya y la fascinación por los postulados de Nietzsche mal traducido. Entre la desindustrialización, el paro y la travesía hacia la OTAN, la generación más consentida del consumismo da la nota con el desbarre de la movida radial. Entre los titulares de los periódicos que horneaban la empanada hormonal del "no hay futuro, pero tampoco pecado en eso del sexo", la estética y actitud punk sirven para llamar la atención y de paso ligar.

 

Revista punk

 

A falta de atractivo natural, la imagen punk maquilló las fisonomías más difíciles, haciendo de la necesidad un vicio. Como complemento del cuestionable atractivo natural, las crestas de colores, los pantalones rotos, las chupas de cuero y el imperdible aliento estupefacto entran en la escena musical española apesebrada de copla, radiofórmula y canción ligera. La provocación jaleada con toda clase de substancias.

El movimiento punk en España se inicia con los desertores del jersey de pico descendiendo hasta los infiernos de la heroína. A principios de los 80 pocos podían permitirse un pasaje de vuelo regular a Londres para deshacer entuertos y también comprar medias de colores, botas Dr. Martens y pantalones de tartán en los mercadillos de Camden o Portobello, donde de paso se proveían de vinilos de The Clash o Los Ramones.

La puesta de gala del movimiento punk llegó con la actuación de las Vulpes y su canto de cisne con “Quiero ser una zorra”. Actuación que en Televisión Española le costó el puesto al inefable Carlos Tena. Pero antes de este caso ya estaban dando la nota la Banda Trapera del RíoKaka de Luxe. Después aterrizaron Siniestro Total o La Polla Records y otras bandas que confluyeron en "la Movida” con el alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván animando a colocarse toda la peña, no sabemos si en el partido. “La Bola de Cristal” hizo el resto.

 

La Polla Records

 

Maquetas, discos y fanzines

Entre el pop metafísico de Radio Futura o los poderes adivinatorios de Jorge de Ilegales con “Europa ha muerto”, el grupo Siniestro Total desde Vigo enarbola el mástil de la guitarra gamberra. Su cantante Germán Coppini, DEP, decide abandonar la formación lisérgica tras recibir un botellazo en una actuación. A partir de entonces “Golpes Bajos” y malos tiempos para la lírica, pero Siniestro Total sigue de bolo en bolo con su retranca gallega. Ramoncín “el rey del pollo frito”, barón de la SGAE después, Eskorbuto, Subterranean Kids, Decibelios, Cicatriz, Hertzainak son muestras de que el punk desafina por los cinturones industriales. Vómito, TNT, PVP son bandas que pasan de la maqueta al vinilo. El punk como protesta pervive con sus influencias Nikis hasta el día de hoy.

 

Fanzine punk

 

Recuerdos imperdibles

En todocoleccion puedes seguir el rastro de esa época que fue mejor para el que entonces era joven. A través de cintas casetes, discos, chapas y chupas de la época, pero sobre todo fanzines, cómics y revistas musicales puedes documentar con más de 15.000 lotes la influencia del movimiento punki, la insurrección final de la generación del baby boom antes de amansarse con una hipoteca. Tal vez la última ráfaga espontaneidad, muy difícil de encajar en los actuales tiempos de ofendiditis.

 

Punk español

 

Focalizada la escena musical en Madrid y Barcelona, donde las tribus urbanas tenían sus templos excluyentes y monotemáticos, en ciudades como Vigo o Granada sintonizadas por Radio 3 y los programas de Diego Manrique o Jesús Ordovás, el movimiento punk se afilaba. Una estética de malotes y vampirellas que sustituían las perlas por collares de perro en los locales de mala madrugada y fama.

Autosuficiencia de Parálisis Permanente de fines de semana en los que confluyen todas las hordas de mods, rockers, new wave… un compendio de “modernos” que con sus pintas daban un ambientillo de carnaval al aburrimiento para corear lo de Kortatu: “Todo este sábado me lo voy a pasar privando en mi casa hasta reventar. Ya estoy harto no quiero salir más, siempre lo mismo, mierda de ciudad”. A esas alturas el movimiento punk era transversal en todas las capas de la sociedad y repunta según nos vaya la economía o la conciencia de clase.

 

Eskorbuto, punk español

 

Documenta el punk en todocoleccion, donde están pendientes de rescatar esos pintorescos recuerdos que harán sonreír o sonrojar.

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