15 de mar, 2021 por Ignacio del Valle
Los relojes Omega son ejemplo de exactitud, innovación y belleza de pulsera. Los modelos Constellation, Speedmaster, Seamaster y Deville son iconos coleccionistas por méritos propios desde 1848.
El primer reloj de pulsera con repetidor de minutos fue idea de Louis Brandt & Frere presentado en 1892 y antecedente de la marca Omega. Con solo 23 años, en el muy revuelto 1848, Louis Brandt desde Les Chaux des Fonds, tranquila población de Suiza, da el salto. De suministrar piezas para otros relojeros funda Omega, que marca el fin de los viejos tiempos. A la muerte del visionario en 1879, sus hijos Louis Paul y César también arriesgan y trasladan la compañía en 1880 a Biel/Bienne. En 1894 el calibre de Omega es un éxito comercial. Llegados a 1900 se producen los primeros relojes de pulsera Omega. La tercera generación de relojeros Brandt es comandada por el joven Emile que al igual que su abuelo innova en un sector conservador.
Los relojes Omega eran resistentes y fiables en condiciones climáticas adversas y, por ello, se ganan buena reputación entre los militares británicos en la guerra Boer (1899-1903). Más adelante en 1917 son elegidos por el Real Cuerpo Aéreo británico como equipamiento de sus unidades de combate. Un modelo similar fue adoptado por el ejército de los Estados Unidos de América, desde entonces la precisión ligada a la centésima de segundo es valorado desde las carreras de 100 metros lisos en las Olimpiadas al primer paseo lunar.
Omega comenzó a usar la denominación Constellation para sus cronómetros de pulsera en serie, desde entonces firma las series más populares y coleccionadas del fabricante suizo.
El Omega Speedmaster, el cronómetro elegido para la gloria en la Luna, fue testeado por la NASA para equipar a los astronautas del programa Apollo a partir de 1957. Este modelo fue seleccionado con discreción por los técnicos que probaron entre los modelos con mejor reputación. Un gran salto para la humanidad y un despegue de ventas para Omega a través de su modelo más codiciado y famoso. El reloj que Armstrong llevó a la Luna se encuentra expuesto en el Smithsonian en la actualidad.
La gama De Ville se lanza como línea independiente a partir de 1967. Con un aire más renovador, joven, colorido y de precio más asequible lideró por muchos años las ventas en Omega. Diseño de los nuevos tiempos y modos de vida urbanitas. La variedad de diseños De Ville son relojes de culto vintage que se renuevan hasta la actualidad.
En el episodio nº17 del podcast del coleccionista dedicado a los relojes, Pablo Vázquez y Miguel Soto especialistas en cronómetros coinciden en el atractivo de Omega, marca emblemática y de acceso al mundo de los relojes joya. Esta es la razón de la alta rotación de sus piezas. Con más de 7.000 relojes Omega vendidos en todocoleccion que puedes consultar en Orientaprecios. A día de hoy cuentas con cerca de 2.000 lotes de piezas, repuestos y relojes Omega de todas las épocas, precios y estilos.
Con 173 años la firma Omega ha estado presente en la muñeca de los protagonistas de la historia contemporánea. Destaca el papel de Omega como cronometrador oficial desde 1932 en 28 citas olímpicas y como uno de los relojes preferidos por el agente 007 James Bond. Una evolución tecnológica y empresarial digna de admirar pues la marca ha sobrevivido a múltiples desafíos desde tecnológicos a accionariales.
Como icono de antigüedad, joya o equipamiento deportivo, los relojes Omega transmiten éxito, pasión y prestigio desde hace más de un siglo. Los más de 900 lotes de coleccionismo de papel de anuncios publicitarios o catálogos promocionales de Omega también son piezas de colección y documentación de una firma de relojería estelar.