21 de ene, 2020 por Ignacio del Valle
Scalextric, con sus coches y pistas, ha sido el rey de los juguetes durante varias generaciones. Te invitamos a redescubrir el piloto que hay en ti.
Los niños afortunados que recibieron un Scalextric de regalo, o miraban sus coloridas cajas desde el escaparate, desarrollaron con este legendario juguete su pasión por las carreras de coches.
El bicampeón mundial de rallies y tricampeón del Dakar, Carlos Sainz, además de iniciarse en las cosas del motor con este juguete, protagonizó una serie de coleccionables de Altaya. En este coleccionismo han caído desde pilotos de carreras, diseñadores de circuitos de velocidad o mecánicos preparadores de coches hasta ingenieros de canales, caminos y laureles.
El Scalextric, a través de sus circuitos con chicanes y vías elevadas, que en el lenguaje popular es sinónimo de enredo de cruces e interconexiones de varias carreteras a distintos niveles que se meten hasta el salón.
Como juguete sofisticado y caro, el Scalextric lo compartían hasta los hijos únicos porque su esencia era la competición. El Scalextric estimuló el trabajo en equipo. Los manitas en el ensamblaje de rectas y curvas, seguir el plano con detalle o crear nuevos recorridos con trampas para que los contrincantes derrapase y dieran vueltas de campana hasta la última esquina de la habitación, donde “el secretario comisario de turno”, hermano menor por norma, de rodillas volvía a poner en pista el cochecito a escala.
Hay un universo de maquetistas que recrean, hasta con decenas de carriles, circuitos de carreras similares a la pasión de los maquetistas de tren. Con todo lo que implica de paisajismo o detalles hiperrealistas.
En todocoleccion hay un mercado muy activo para los aficionados al Scalextric: carcasas, chasis, escobillas de recambio, motores originales a estrenar, calcomanías y adhesivos para decorar y reparar las líneas originales de los coches de carreras. Tramos de pista, puentes o vallas de seguridad, que a modo de guardarraíles encajan en la negra pista, mandos, neumáticos duros y blandos. Ejes y piñones dentados. Desde el mítico Seat 600 TC a los mandos digitales, cuentavueltas y transformadores. Cajas completas a estrenar con los míticos GP 21 o GP-60.
Los Mini Cooper, Porsche Carrera, Ford Mustang, Renault Alpine, Tyrrell, Lancia Stratos o más modestos Ford Fiesta, Renault 5 Copa. Toyotas Celica en miniatura o Ferraris F-40 que también decoran las estanterías con sueños de recuerdos y premios.
En nuestro catálogo encontrarás cerca de 20.000 referencias a la altura de todos los presupuestos y bibliografía de este hobby que está siendo desplazado por los videojuegos. Aún así hay mucho del futuro en una carrera de slot. El zumbar de los motores eléctricos de nuestra infancia son los sonidos del coche eléctrico, que ha llegado para quedarse. Sólo tienes que escuchar la nueva Fórmula E.
El mundo slot tiene larga vida en todocoleccion. A la madurez, un hobby con decenas de clubs de Scalextric en España. Una forma de sentir el mundo de las carreras sin dejarse la nómina o la pensión en ello y que siempre deja el agradable sabor de los buenos recuerdos por revivir.