Dispensadores PEZ.

18 de feb, 2022 por Adrián Cortés

Caramelos PEZ, dulce icono pop del coleccionismo

Camino de cumplir un siglo endulzando al mundo, la historia de caramelos PEZ recorre desde su nacimiento como remedio para enmascarar el mal aliento que dejaba el tabaco hasta convertirse en icono pop del coleccionismo.


Si bien es cierto que los primeros dispensadores nacieron como cajitas y pronto presentaron forma de mechero, fue la idea de encabezarlos con los personajes de la cultura popular lo que hizo de PEZ un icono pop del coleccionismo. Desde ediciones de Disney, Warner Bros, Cartoon Network o Nickelodeon hasta series especiales de Star Wars, Spider Man o personajes de videojuegos como Super Mario… nutren el extenso catálogo coleccionista de más de 2.700 artículos a la venta.

En 1927, el emprendedor austriaco Eduard Haas III, con apenas 30 años, decidió experimentar con extractos de aceite de menta para elaborar pequeños caramelos planos con los que refrescar la boca. Gracias a sus conocimientos de química, este descendiente de una familia rica de médicos y empresarios apostó por comercializar este remedio contra el mal aliento que dejaba tanto fumar como mascar el tabaco.

 

 

El verdadero caramelo

Del extracto de menta, pfefferminz en alemán, Eduard extrajo también su nombre, bautizando su invento con el acrónimo PEZ. En apenas ocho años, el negocio creció a un ritmo vertiginoso, pasando de su Viena natal a la construcción de una gran fábrica en Checoslovaquia. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial supuso la interrupción abrupta de su producción y no fue hasta después del conflicto bélico cuando la empresa dio el salto definitivo hacia otros continentes.

Erigido en el baluarte antitabaco, Eduard se encomendó a Oscar Uxa para que diseñara las cajitas de caramelos como un dispensador que recordara al encendedor. Un objeto que los obreros tuvieran en sus manos y acabaran sustituyendo por el tabaco. Años después, en 1952, el emprendedor austriaco asaltó el mercado norteamericano y en sus nuevas oficinas de Nueva York, Curtis Allina, primer responsable de la empresa en EEUU, sugirió introducir más sabores afrutados para seducir también al público infantil.

 

 

Diseña las ventas

Fresa, cereza, manzana, limón, sandía, naranja… Una decisión comercial determinante que hizo, en apenas una década, de los caramelos PEZ el dulce preferido de los niños por la originalidad de los diseños de sus dosificadores.

A raíz de los dispensadores con cabezas de personajes como Mickey Mouse o Santa Claus, PEZ logró ganarse la aceptación del público y la marca se dio a conocer a nivel mundial. En 1982, Elliot enseña a E.T a usar un dispensador PEZ y, desde entonces, se han creado infinidad de modelos diferentes que alimentan el deseo coleccionista: de museos a eventos temáticos, en los que incondicionales de toda la faz de la tierra se congregan en un intercambio de magia, proyecciones, zonas infantiles, exposiciones…

 

 

Icono coleccionista

Más allá de dispensadores, PEZ ha dado pie a la proliferación de todo tipo de merchandising: llaveros, jarras, futbolines, juegos… ¡hasta mascarillas!

Todo un fenómeno coleccionista del que da fe Orientaprecios: desde los 802 euros que se pagaron por el dispensador antiguo de un doctor o los 702 que costó la versión mexicana de los años 70 hasta los 199 pagados por un camión verde militar en todocoleccion, donde PEZ dispensa desde hace 25 años los mejores recuerdos.

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