30 de sep, 2025 por Silvia Gutiérrez
Las muñecas no solo se coleccionan, también se cuidan. Descubre cómo proteger tus piezas más queridas, conservar muñecas antiguas y preservar recuerdos que duran toda la vida.
Las muñecas no solo son juguetes: son piezas cargadas de historia, recuerdos y, en muchos casos, un verdadero tesoro de valor sentimental y coleccionista. Desde las muñecas de porcelana del siglo XIX hasta una Mariquita Pérez, una Nancy vintage o las muñecas de trapo, cada una merece un cuidado especial para preservar su belleza, su estructura… y su historia.
En esta guía práctica te explicamos cómo conservar tu colección de muñecas en perfecto estado durante muchos años, protegiéndola del tiempo, del ambiente y del deterioro involuntario.
La manipulación es uno de los factores más olvidados a la hora de conservar piezas delicadas. Aquí van algunas recomendaciones esenciales:
Lávate las manos antes de tocar cada muñeca. La grasa natural de la piel puede manchar ciertos materiales como el vinilo, el cartón o la tela.
Evita tocar la cara o zonas pintadas. Algunas pinturas antiguas son muy sensibles al roce.
Usa guantes de algodón blanco si manipulas muñecas antiguas o frágiles.
No fuerces las articulaciones ni intentes mover partes que estén rígidas o deterioradas.
Nunca las arrastres ni las apoyes directamente sobre superficies rugosas.
Cada muñeca, incluso la más sencilla, merece ser tratada como una pieza única de museo.
Polvo superficial: Usa una brocha suave o un plumero de pelo natural. Evita trapos o toallitas húmedas, que pueden dañar materiales sensibles.
Cuidado con el pelo: Peina con peine de púas anchas si es cabello sintético moderno. En muñecas antiguas, es mejor no manipularlo si está frágil o enredado.
Muñecas de plástico o vinilo moderno: se pueden limpiar suavemente con un paño ligeramente humedecido y jabón neutro. Nunca uses alcohol ni productos agresivos.
Muñecas de tela: si son desmontables, se puede lavar solo el vestido a mano. Si no, mejor consultar a un restaurador.
Muñecas de porcelana o celuloide: no uses agua. Retira solo el polvo con brocha suave o aire comprimido (a baja presión).
Evita siempre: lejía, productos abrasivos, toallitas desinfectantes, perfumes o ambientadores cerca de la colección.
Un buen almacenamiento es la base de la conservación. Toma nota:
Evita cajas de cartón viejo o que hayan estado en sótanos, ya que retienen humedad y pueden provocar moho.
Usa cajas de plástico sin ácido y con cierre hermético si tienes que guardar muñecas por tiempo prolongado.
Guarda las muñecas en posición horizontal, con soporte acolchado y sin que una presione a la otra.
Separa cabeza, cuerpo y ropa si son desmontables, y envuelve cada pieza en papel de seda sin ácido.
No uses bolsas de plástico comunes: pueden generar condensación.
Las condiciones ambientales son tan importantes como el almacenamiento. Aquí tienes las recomendaciones ideales:
Temperatura constante: entre 18 °C y 22 °C.
Humedad relativa: entre 45% y 55%. Usa un higrómetro si tienes muchas piezas valiosas.
Evita luz solar directa: decolora pintura, tela y materiales plásticos.
No guardes muñecas en altillos, trasteros, sótanos o cerca de radiadores.
Ambientes ventilados y sin humo: el humo es uno de los grandes enemigos del coleccionismo.
¿Puedo guardar muñecas envueltas en plástico de burbujas?
Solo si el plástico no toca directamente la superficie de la muñeca. Idealmente, usa primero papel de seda sin ácido.
¿Cómo evito que la ropa se apelmace o decolore?
Guárdala por separado, en fundas de tela o cajas planas. Evita colgarla.
¿Puedo restaurar una muñeca antigua yo misma?
Depende del material. Si es porcelana, celuloide o tiene daños importantes, mejor consultar a un restaurador especializado.
¿Cómo elimino olores a humedad?
Airea la muñeca en un lugar seco y sombreado. Puedes usar bolsas desodorizantes de carbón activo (nunca productos químicos).
Limpieza con brocha suave
Almacenamiento acolchado y sin presión
Ambiente seco, sin luz directa ni humedad
Temperatura estable todo el año
Manipulación con manos limpias o guantes
Ropa y accesorios bien separados
Nada de productos abrasivos
Revisión regular de moho, polvo o deterioro
Coleccionar muñecas no es solo reunir objetos bonitos. Es conservar memorias, estilos, épocas y emociones. Y como todo lo valioso, requiere atención y cariño. Si cuidas bien tus piezas hoy, mañana seguirán contando historias que merecen ser recordadas.