14 de may, 2018 por Wenceslao Fernández
Un breve repaso por la biografía de Ismael Smith. Escultor, grabador y dibujante catalán con un estilo rompedor para el siglo XX.
Nos encontramos ante un artista diferente. Ismael Smith, nacido en Barcelona a finales del siglo XIX, fue un escultor, grabador y dibujante formado en la Escuela de Llotja. Escultor de personalidades catalanas relevantes como Enric Prat de la Riba o Francesc Cambó. Además colaboró con revistas ilustres de aquellos tiempos como La Ilustració Catalana, ¡Cu-Cut!, Mercurio, Or i Grana, Art Jove...
Sus obras las podemos encontrar repartidas por todo el mundo; en la Unidad Gráfica de la Biblioteca de Cataluña, Madrid, Nueva York y el British Museum de Londres.
Este excelente artista catalán tuvo unos inicios sorprendentes, considerado desde muy joven como un adelantado a sus tiempos. Intelectuales como Eugeni d'Ors o Pere Ynglada elogiaron a Ismael Smith.
Sus ilustraciones, tanto las satíricas como las que no, no fueron bien vistas en París y muchas de sus obras escultóricas fueron rechazadas por su estética, que generaba “provocación”. Por lo que tuvo que refinar su estilo, como fue el caso para los diseños de Moda, adaptándolo a lo cotidiano de aquellos tiempos.
No obstante, el estilo artístico tan peculiar le hizo quedarse apartado de las corrientes que imperaban en la época. Se “exilió” a Nueva York donde realizó dos Ex Libris, además de múltiples grabados de temática taurina.
El punto de inflexión viene a su regreso a su Barcelona natal. No tuvo aceptación su propuesta al Concurso Internacional para hacer un monumento al Sagrado Corazón para la Exposición Internacional de 1929. Esta decepción le hizo abandonar casi por completo la escultura.
Tras este desencanto con el arte, Ismael Smith se centró en encontrar una cura al cáncer. Sin conocimientos médicos, se basaba en una teoría en función de determinados alimentos y una vida sana. A ello hay que sumarle una serie de excentricidades (como pasear desnudo por su jardín) que le llevan a ingresar a un centro psiquiátrico durante doce años, hasta que falleció entre esas cuatro paredes. El artista catalán nos dejó como legado final unas obras artísticas que representaban a un individuo maltratado.
Desde sus pinturas se atrevió a pintar temas que no tocaban otros artistas, como el desnudo masculino y otras obras de un humor satírico no visto hasta entonces.
Ismael Smith fue un personaje peculiar, curioso, con una vida muy convulsa. Provenía de una familia alemana (Colonia) que llegaría a Cataluña en 1774 y se instalaron allí durante varias generaciones. Se proclamaba independentista, aunque en sus obras se interesaba por temas costumbristas y españoles, como son los toros o el Quijote.
Su familia tenía en mente retornar a Cataluña, pero su hermano Isaac falleció un día antes de firmar el contrato de compra del Palau Maricel de Sitges.
Ismael Smith lo tenía claro. A su muerte, todas sus obras de arte y documentos debían ser transferidos a las instituciones públicas de Cataluña, por lo que gracias a ello, se puede disfrutar de sus obras en exposiciones o museos.