1 de oct, 2021 por Adrián Cortés
Daniel Craig cuelga el traje del icónico agente 007 con ‘Sin tiempo para morir’, la última de sus cinco aventuras como James Bond. El británico deja vacante una licencia para matar con 68 años de misiones, marcada por trepidantes recuerdos que coleccionar.
Un año y medio más tarde de lo previsto por la pandemia, se estrena ‘Sin tiempo para morir’, la nueva entrega de la saga del súper agente James Bond, la quinta y última de Daniel Craig como protagonista. El próximo gran desafío de 007 será encontrar una percha para el traje más atractivo y peligroso del espionaje.
De la imaginación de Ian Fleming, periodista y novelista inglés, nace James Bond en Casino Royale en 1953. Un agente encubierto con residencia en Londres, pero activo a nivel internacional que dio el salto de los libros a la gran pantalla para coronarse como icono durante la Guerra Fría por su carisma y planta impecable.
James Bond describe el perfil de hombre frío, audaz, implacable y seductor. Una visión profundamente sexista y misógina de la heterosexualidad, que representa la virilidad rancia de la época. Un cóctel de sexo y violencia que funcionó en la taquilla en sus inicios, pero que acabó sumiendo al agente en una profunda crisis en los 80, que se prolongó hasta 1995, cuando Pierce Brosnan adapta el personaje a la nueva realidad.
La sensibilidad social respecto a las mujeres y la propia masculinidad había cambiado; así como el enemigo pasa de ser ideológico a criminal por el fin de la Guerra Fría. El lavado de imagen que comenzó el irlandés tuvo continuidad con Daniel Craig, que fue dejando atrás los comentarios sexistas y racistas e incluso el tabaco, mostrando sus heridas tanto físicas como emocionales.
Soltero y especialmente meticuloso con la comida, su preferencia culinaria es el caviar Royal Beluga, procedente del norte del Caspio, mezclado con yema de huevo. A lo largo de la saga, el agente se muestra como un gourmet que alardea de sus conocimientos. El Martini seco con vodka, agitado, no removido, pasa a ser un clásico mundial porque, como dice el propio Bond en honor a la mujer que le robó el corazón, “una vez lo pruebas, no quieres otra cosa”.
Pese a no haber ninguna certeza, existen varias teorías sobre el origen del ‘007’, siendo la del primer espía inglés John Dee la que más fuerza tiene por ciertos paralelismos. El agente era conocido por el número '007' cuando trabajaba para la inteligencia británica al servicio de la Reina Isabel I, a la que le enviaba cartas firmadas con dicho código. Según esta corriente, el doble cero simulaba dos ojos ('Solo para sus ojos') y el 7, referencia al número de la suerte.
James Bond, que nace como personaje ficticio de la Guerra Fría, persiste más de 68 años después, erigido en mito del espionaje. Su carácter y su afición por los coches, la comida y la adrenalina le han convertido en una de las grandes figuras de la cultura de masas, objeto de coleccionistas.
El agente 007 trasciende de la gran pantalla al catálogo, donde podemos encontrar más de 5.000 lotes a la venta. Desde un autógrafo firmado por Sean Connery o una réplica de la Walther PPK con silenciador hasta miniaturas de los personajes y Aston Martins, libros, posters, entregas por fascículos Funkos o videojuegos.
Según Orientaprecios, hasta la fecha se han vendido cerca de 10.000 lotes relacionados con la saga, hasta 1.700 euros se pagaron por el reloj Omega edición limitada de James Bond por su 40 aniversario. Cifras que demuestran que el sustituto -o sustituta- de Daniel Craig, además de coches, armas y buena dosis de adrenalina, tendrá licencia para coleccionar.