20 de ene, 2018 por Silvia Gutiérrez
Las máquinas de escribir antiguas presentan unos diseños tan originales que a veces nos costaría identificarlas. ¿Cuál te parece menos una máquina de escribir?
Las máquinas de escribir antiguas presentan diseños tan originales como estos: de índice, portátiles, circulares... Hay algunas que en pleno siglo XXI nos costaría identificar como lo que eran. ¿Cuál de ellas te parece menos una máquina de escribir?
Un modelo muy raro y buscado entre los coleccionistas. Fue todo un adelanto, ya que su sistema permitía escribir sin usar los dedos. Su último fabricante (Julius Pintsch) decidió que podía ser utilizada por los mecanógrafos con discapacidad. Este modelo accesible se dirigió a los que sufrieron mutilaciones en la 1ª Guerra Mundial.
Las máquinas de escribir Hammond fueron de las primeras en ser comercializadas. Su mecanismo ha perdurado en la historia de las máquinas de escribir. En este modelo, el número 2 no aparece en la propia máquina de escribir; la manera más fácil de identificarlo es por la pestaña de metal grande que se encuentra frente al yunque.
La máquina de escribir Lambert es única en su forma y tecnología. Su teclado consta de una sola pieza y, conforme se pulsan las teclas, el conjunto se mueve para ejercer presión sobre el papel e imprimir el caracter. A Lambert se le confunde a menudo con una máquina de escribir de índice.
Diseñada por George C. Blickensderfer, fue pensada para competir con la máquina de escritorio Remington, pero finalmente se hizo conocida por su portabilidad. Esta versión del año 1906 incluyó un marco de aluminio.
Una máquina de escribir ligera y portátil, utilizada por los corresponsales de la época porque era muy fácil de transportar.
Mignon es la madre de todas las llamadas "máquinas de escribir de índice". Esta marca alemana apareció en 1905 y continuó siendo muy popular hasta 1937. Incluso su sencillo concepto fue copiado por "Tip tip".
Esta máquina copia a la célebre Mignon. Se fabricó en Checoslovaquia, pero es muy probable que las primeras se hicieran en Berlín. Su producción se redujo a 5.000 ejemplares, por lo que es una máquina de escribir rara y se conservan pocos modelos.
Y hasta aquí llega este recopilatorio de máquinas de escribir extrañas y originales. ¿Cuál dirías que es tu favorita?