18 de nov, 2025 por Ignacio del Valle
El inicio del siglo XXI abrió nuevos horizontes: consolas portátiles, iPods, cámaras digitales, revistas pop, coleccionables de kiosco, películas en DVD… Repasamos 10 objetos muy tangibles que hoy son tan añorados como coleccionados.
Hubo un tiempo, allá por el cambio de milenio, en el que la palabra “conexión” dejó de significar solo una llamada telefónica. El año 2000 marcó un antes y un después: la tecnología digital empezó a colarse en nuestras casas, a veces a trompicones (¿quién no recuerda el zumbido del módem dial-up?), hasta que el ADSL nos regaló la velocidad suficiente para soñar con descargas en minutos en vez de horas. La llegada del internet rápido, los primeros portales temáticos o el auge de los foros y las redes sociales transformaron para siempre la manera en la que vivíamos, compartíamos y coleccionábamos.
Fue entonces cuando se consolidó el portal de coleccionismo de todocoleccion (1997) donde hoy puedes encontrar los tesoros más tangibles de esa época. Referencias que cambiaron nuestra forma de disfrutar, aprender e iniciarnos en la era digital:
Si los 90 fueron de la Game Boy, los 2000 pertenecen a la Nintendo DS y la Game Boy Advance. La DS nos dejó boquiabiertos con su doble pantalla y el stylus (el lápiz que siempre se extraviaba), mientras que la Advance SP hizo historia con su retroiluminación. Los recreos, los viajes en coche, las tardes de lluvia… todo era mejor con una de estas consolas en la mochila. Hoy, ediciones como Pokémon, Zelda o las limitadas japonesas son oro puro para coleccionistas.Y sí, los cartuchos completos con caja y manual son el santo grial.

Steve Jobs nos prometió llevar mil canciones en el bolsillo y cumplió. También intentó acaparar gran parte del pastel de la distribución musical con iTunes y darnos el Palo Alto. El iPod Classic y el Nano no solo cambiaron cómo escuchábamos música, sino que nos hicieron sentir protagonistas de nuestra discoteca portátil, auriculares blancos mediante. ¿Quién no se sintió DJ organizando playlists para cada estado de ánimo?

Antes de que el smartphone fuera rey, la BlackBerry era el gadget de los ejecutivos de alto rendimiento siempre estresados. Ese teclado físico, los correos a toda velocidad y el mítico BBM (BlackBerry Messenger) nos hicieron sentir lobos de Wall Street… aunque solo chateásemos con amigos. Hoy, las BlackBerry originales de la compañía canadiense despiertan nostalgia y ganas de teclear mensajes interminables. También nos advierten cómo una tecnología emergente puede desbancar a otra sin piedad y hacerla desaparecer en menos de un suspiro.

Mientras Barbie seguía reinando, las Bratz llegaron para romper moldes con su look urbano y atrevido. Las My Scene, respuesta de Mattel, también marcaron tendencia.

Cambiaron la forma de jugar y de entender la moda, anticipando el auge de la cultura Y2K. Ahora, encontrar una Bratz o My Scene en caja, con todos los accesorios, es el sueño de cualquier coleccionista fashionista.

Antes de TikTok y los memes, la cultura pop se leía en papel. Super Pop, Bravo, Loka Magazine… eran el centro del universo adolescente: pósters de Britney, tests de personalidad, entrevistas a celebrities y stickers para decorar carpetas. Ahora, esos números antiguos, pegatinas, fichas y pósters originales son piezas de museo emocional adolescente.

El click digital llegó para quedarse. Las primeras cámaras compactas (Cyber-shot, Canon Ixus, Olympus MJU...) permitieron inmortalizar cada momento con calidad y sin miedo a gastar carretes ni atiborrar las tarjetas de memoria. Los selfies, las fotos de grupo y los viajes se multiplicaron por píxeles. Si tienes una en caja y funciona, ¡prepárate para la nostalgia instantánea!

Tras el boom de los 90, los tazos evolucionaron en los 2000: brillos, lenticulares, metálicos… Completarlos era una misión casi imposible y trapichear en el recreo, una buena carta de recomendación para ingresar en una escuela de negocios. Las ediciones limitadas de Doritos o Matutano están considerados auténticos unicornios. ¿Quién diría que esos plásticos redondos iban a valer tanto dinero?

Los álbumes Panini y similares vivieron su edad de oro con la llegada de sagas míticas. Rellenar un álbum completo era una odisea y un arte en la colocación de las pegatinas (además de un gran logro familiar). Algunos cromos raros han duplicado su valor y los álbumes completos se cotizan como tierras raras. Si tienes uno con todos los cromos pegados, cuídalo y ponlo a buen recaudo.

La fiebre lectora se desató con las sagas juveniles de los 2000. Las primeras ediciones de Harry Potter en castellano, con sobrecubierta o firma, pueden alcanzar precios sorprendentes. Lo mismo ocurre con Crepúsculo, Eragon o Kika Superbruja. Leer nunca fue tan emocionante… ni tan coleccionable.

Fue la década dorada de las entregas semanales. Los domingos para comprar el periódico había que llevar un carrito. Casi todas las cabeceras competían con ofertar los coleccionables más insospechados y gratis con la compra de un ejemplar.
Se desató una fiebre por los por fascículos de películas Disney, terror, clásicos del cine, anime o documentales. Las cajas completas o entregas sueltas aún se buscan para finalizar colecciones. Se valora especialmente el estado del packaging, los extras y los primeros números.

Cierra los ojos y vuelve a esos días de chats infinitos, tardes de consola, revistas en la mochila y fotos con megapíxeles racionados. La digitalización no solo nos conectó al mundo, sino que llenó nuestra vida de objetos también analógicos que hoy son historia.
En todocoleccion, cada una de esas cosas espera encontrar un nuevo sentir. Revive tu pasado, captura buenos recuerdos con píxeles, emoción… y sigue coleccionando momentos para el futuro. Porque, al final, la mejor tecnología es la que nos hace sonreír al recordarla.