16 de ene, 2018 por Silvia Gutiérrez
Analizamos las obras de Ramón Casas, uno de los máximos representantes del modernismo catalán.
Lo que más caracterizaba a Ramón Casas era su versatilidad: pintor, dibujante, retratista, cartelista… Representó las costumbres propias de su época y la moda elegante que predominaba en la ciudad de Barcelona.
El retrato aparece en la mayoría de sus obras, ya que con su brocha capturó a las grandes personalidades de Barcelona, Madrid y París. Pero no solo se dedicó a retratar a numerosas damas… el autorretrato también fue una constante en su obra.
El Modernismo de Ramón Casas estuvo presente tanto en su obra como en su vida. Fue pionero en el uso de los automóviles y del ciclismo como deporte colectivo.
En la imagen inferior se observa el prototipo de “mujer moderna”, como parte del diseño que el artista realizó para las acciones de Hispano Suiza, la fábrica española de automóviles de lujo.
Como diseñador gráfico de carteles y postales, destacó sobre todo por su labor de cartelista. Convirtió a Anís del Mono en una de las imágenes de marca más reconocidas de la publicidad antigua.
También realizó carteles para la marca Codorníu o propaganda para la lucha contra la tuberculosis, enfermedad que llegó a sufrir y de la que se recuperó en 1886. Para los coleccionistas de carteles, contar con un Ramón Casas es todo un lujo.
Entre las personas más cercanas al artista, su mujer Júlia Peraire tuvo una gran influencia en su obra. A partir de 1906 fue su musa y una de sus modelos preferidas. Mientras que en el mundo del arte destacaba su amistad con Santiago Rusiñol, pintor catalán famoso por sus jardines.
Su legado artístico no solo queda para los museos, pues aún es posible comprar originales de época de Ramón Casas. Nunca te conformes con una copia o reproducción cuando puedes tener el original.