Consejos para conservar tu biblioteca

27 de may, 2024 por María José Moreno

Consejos para conservar tu biblioteca

La luz, la humedad y el polvo, e incluso la posición, pueden afectar a la salud de tus libros. Te damos algunos consejos prácticos para mantenerlos en buen estado.


¿Cuidas bien tu biblioteca? ¿Conoces cuáles son los enemigos más letales del papel? ¿Haces algo por evitar el deterioro de tus libros? Probablemente la mayoría de nosotros no cuidamos nuestros libros tan bien como nos gustaría, a veces por falta de espacio y otras de tiempo. Conocer los distintos tipos de papel o los agentes que deterioran nuestros libros puede ayudarnos a conservarlos por más tiempo y en mejor estado. Poner en práctica algunos de estos consejos puede alargar la vida de tus ejemplares favoritos o de aquellos más singulares y valiosos.

Tipos de material:

El soporte más antiguo de escritura fue la piedra, que más tarde evolucionó hacia soportes más manejables como la arcilla, la madera, los rollos de papiro, las tablillas de bambú en el mundo asiático, el pergamino y finalmente el papel; este es el soporte que permitió una mayor difusión porque abarataba los costes de producción y difusión. La historia del papel está intimamente unida a la evolución del ser humano; sin lugar a dudas, es nuestro mejor invento.

 

Historia del papel

 

En la actualidad, los tipos de papel más utilizados son el estucado o papel couché, el offset y el reciclado. El papel estucado tiene una mayor calidad de impresión y un alto gramaje que le da una consistencia mayor, por tanto, una mayor vida útil. Este tipo de papel no es poroso; la tinta queda en la superficie y permite una mayor definición de las imágenes. Es el mejor papel para los libros ilustrados, pero tiene un hándicap, si se humedece la tinta puede estropearse.

El papel tipo offset es el más utilizado en la mayoría de libros porque es más barato y al no reflejar la luz, es el soporte en el que mejor se lee. Es más poroso y absorbe mejor la tinta, pero es más ligero y frágil que el estucado. El offset blanco es el que usamos para las fotocopias y los libros de bolsillo. Y el offset ahuesado, suele ser un poco más transparente y poroso.

 

Tipos de papel

 

Con la crisis medioambiental y la tala de árboles sin precedentes en nuestra historia, necesitamos reutilizar el material sobrante de la sobreproducción y convertirlo en papel reciclado tipo offset. Es un papel de calidad más baja, pero de gran valor ecológico, pues se degrada mucho más fácil y no usa químicos para blanquear las páginas. También existe un tipo de papel ecológico de mayor calidad producido con una gestión responsable; que no es papel reciclado.


¿Por qué envejece el papel?

El papel envejece por un cúmulo de factores que se pueden dividir básicamente en dos: factores externos muy diversos como la ubicación y manipulación de los libros; y por su composición química, es decir, la oxidación natural y los químicos que se hayan utilizado. La acidez de los aprestos y blanqueadores es lo que acelera el proceso de descomposición del papel; este deterioro se suele apreciar de forma más visible en las zonas más expuestas a la luz y el aire, pero afecta a todas las partes del libro. El envejecimiento es algo inevitable, pero es posible ralentizarlo poniendo cuidado en aspectos tan importantes como la posición y limpieza de nuestros libros.

 

Libro antiguo

 

Cuida la ubicación y posición

Si quieres alargar la vida a tu biblioteca evita encarecidamente los lugares húmedos y los cambios de temperatura muy acusados. La humedad es un gran enemigo de los libros pues favorece la proliferación de microorganismos como los hongos, además de acelerar el deterioro de los libros. La luz tanto artificial como natural es otro agente externo que afecta a tus libros. Una luz natural excesiva y directa va a envejecer los lomos y cubiertas primero y luego el interior, por eso no es recomendable llevarlos a la playa o la montaña, especialmente si los quieres conservar. Y como imaginarás, tampoco se aconseja llevarlos o guardarlos en lugar con mucho polvo, pues es otro de los grandes destructores del papel. Mantener una limpieza periódica es muy importante; si son libros antiguos utiliza gamuzas de algodón lo más suaves posibles, especialmente si tienen pan de oro

Sitúa tus estanterías o vitrinas lo más alejadas posible de las ventanas, sótanos húmedos y buhardillas. Aunque las vitrinas con puertas son estupendas para evitar el polvo permiten poca ventilación que podría ser perjudicial a la larga. Esto nos lleva al siguiente punto no menos importante: la forma en que los apilamos. Si un libro quieres conservar la posición has de cuidar. Una estantería que tenga fondo mejorará notablemente la salud de tus libros, necesitan espacio para respirar y ventilarse. Esto evitará que la humedad de las paredes se transmita a los libros. Intenta no aplastarlos y, en lugar de inclinarlos, utiliza sujetalibros. Ponlos en vertical siempre que te sea posible y solo si son libros muy pesados ponlos en horizontal para que no sufra el lomo. Las pirámides de libros solucionan problemas de espacio y dan un aspecto muy bohemio, pero esa presión deformará los libros y acelerará su descomposición por falta de ventilación.

 

sujetalibros


Trátalos con cariño

Cuida también la forma en que manipulas tus libros. Evita cogerlos por la parte superior, mejor siempre desde el centro del lomo, la parte más fuerte del libro. Aunque es muy común intercalar elementos entre las páginas, hay que saber que algunos pueden afectar más que otros su conservación. Por ejemplo, los marcapáginas textiles además de deformar un poco el libro son caldo de cultivo para los microorganismos e insectos. Mejor si son marcapáginas de papel y lisos. Cuidado también con los famosos post it porque tienen sustancias químicas como el pegamento que aceleran el envejecimiento. Clips, flores secas, o sobres perfumados mejor evitarlos porque aunque sean prácticos o añadan cierto punto de romanticismo pueden oxidar y dejar manchas. Y aunque suene muy obvio, manipula tus libros siempre con las manos limpias y secas. Poner un forro puede protegerlos, pero nuevamente perderán ventilación y a la larga les hace más daño que bien. Sin embargo, en entornos públicos como bibliotecas o colegios pueden alargar la vida útil del libro.

Si se mojan por un descuido déjalos secar y no los devuelvas al estante hasta asegurarte de que esté bien seco. La humedad viaja de página a página y de cubierta a cubierta. Si detectas moho o insectos en algún libro ponlo en cuarentena, sepáralo de los demás. Si es un libro que estimas o tiene cierto valor siempre es mejor llevarlo a un profesional. Y nuestro último consejo, cuando compres libros de segunda mano, revísalos antes de ponerlo junto al resto de tus libros por si es necesario aplicarle cuidados y retirar objetos contaminantes; además de rescatarlos y ayudar a la economía circular, se conservarán mucho mejor. Si quieres profundizar más acerca de este tema, en todocoleccion encontrarás muchos ejemplares dedicados a la restauración y cuidados de los libros.

 

Marcapáginas

 

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