27 de mar, 2024 por Ignacio del Valle
Conoce la fascinante colección del Dr. Navarro y su pasión por la cerámica y antigüedades. Un viaje a la solución de una pandemia del S XIX a través de las escupideras.
El Dr. Fernando Mª Navarro Pellicer, médico y divulgador de la salud, es integrante de grupos de investigación de la Sociedad Española de Medicina General. Reconocido impulsor y formador en nuevas tecnologías aplicadas a la medicina de atención primaria. Nombrado “Guardó de honor” en Llauri, localidad de Valencia, por su compromiso con la recuperación del patrimonio histórico. Además de pertenecer a una saga familiar dedicada a la medicina, guarda en su interior una fascinación especial por los objetos del pasado. Desde pequeño, las lámparas de gas, los primeros artefactos eléctricos y cualquier vestigio de épocas pretéritas despertaban en él una inmensa emoción, impulsándolo a iniciar una colección que hoy en día sobrepasa las 200 piezas: escupideras de cerámica y más curiosidades.
En un pasado sin pañuelos desechables, escupir en el suelo era una práctica insana. A finales del siglo XIX, la lucha contra la tuberculosis causada por el bacilo de Koch más otras patologías contagiosas, impulsó la recomendación de usar escupideras en lugares públicos, convirtiéndolas en objetos omnipresentes en sanatorios, clínicas, despachos, notarías y mansiones burguesas. En estos recipientes higiénicos se vertía lejía y en su mayoría disponían de un orificio para su limpieza. Las escupideras, como en el caso del uso obligatorio de mascarillas durante la pasada pandemia, fueron objeto de un alto grado de originalidad y personalización.
A simple vista, las escupideras podrían confundirse con ceniceros. Sin embargo, estas vasijas, profusamente decoradas, llegaron a tener su propio mobiliario auxiliar. El Dr. Navarro ha rescatado muchas por anticuarios, mercadillos y por supuesto en todocoleccion. Hay escupideras ornamentales a juego con paragüeros y bastoneros que adornaban los recibidores de las viviendas y en la entrada de locales públicos. En su colección destaca una escupidera mínima realizada como complemento de una casa de muñecas que apenas mide 3 cm de diámetro.
Si bien se fabricaron en diversos materiales, las escupideras de cerámica valenciana ocupan un lugar especial en la colección. La tradición alfarera de la región dio lugar a auténticas obras de arte, con un brillo colorido y un proceso de elaboración artesanal que requería de varias cocciones, una por color. Las escupideras de la colección del Dr. Navarro abarcan diferentes estilos: Manises, Jaén, Triana, Talavera, hasta de Limoges… Escupideras de todas las formas: cilíndricas, con patas, hexagonales, octogonales… una creatividad desbordante que no debe de caer en el olvido. Es frecuente que sus piezas lleven un número en el reverso que identifica la fábrica o el ceramista que la creó. Nos comenta nuestro invitado que se cocían en hornos de leña y carbón en una época carente de tecnología eléctrica o de gas. La hermosura de los grabados, de los policromados para lo que era necesario, no solo el realizar la pieza de cerámica y pintarla, sino que requería varios horneados para su realización definitiva.
Esta colección no solo es un homenaje a la belleza y el ingenio de los ceramistas valencianos del siglo XIX y principios del XX, sino también a una época crucial en la historia de la salud pública. Las escupideras nos recuerdan la importancia de la higiene y la prevención de enfermedades, valores que siguen siendo relevantes en la actualidad.
Fernando Mª agradece la ayuda de D. José Royo Vilar, primer presidente del Museo de Cerámica de Manises, experto que le ayudó a catalogar su colección e identificar las piezas de fábricas como la Egipcia y los diferentes estilos. Por otra parte, el Dr. Navarro ha iniciado conversaciones con la gerencia del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí (Valencia) para incorporar una muestra de su colección, que permitiría a más personas apreciar la belleza y el significado de estas piezas únicas, además de complementar un hueco en la historia de la cerámica valenciana y la cultura española.
El Dr. Navarro es un ejemplo de cómo el amor por lo antiguo puede convertirse en un puente hacia el pasado y un legado para las generaciones futuras. Más allá de su valor estético e histórico, la colección del Dr. Navarro nos invita a reflexionar sobre la importancia de preservar la artesanía tradicional, la historia de la medicina y el valor del coleccionismo como herramienta para comprender el pasado y construir un futuro más rico en conocimiento y sensibilidad.
La pasión del Dr. Navarro por las escupideras nos recuerda que el coleccionismo es más que una afición, es una forma de conectar con el pasado, descubrir la belleza en lo inesperado y compartir nuestro entusiasmo con el mundo. Su historia es un ejemplo inspirador para todos aquellos que buscan encontrar significado y propósito en la búsqueda de lo antiguo.
Con un consejo terapéutico acerca del coleccionismo, próximos proyectos y más recomendaciones coleccionistas, esperamos que disfrutes de una nueva entrega quincenal del podcast de todocoleccion. Escúchalo en tu plataforma preferida: Ivoox, Spotify, Apple Podcasts o Youtube. Estamos atentos a tus me gusta, opiniones, comentarios y propuestas para entrevistar a nuevos protagonistas que, como tú, nos ayudan a divulgar la cultura del coleccionismo. Esperamos tus sugerencias en el email comunicacion@todocoleccion.net.