23 de nov, 2022 por Ignacio del Valle
Ismael Rubio lleva más de 15 años compartiendo nostalgia y amor por el cine. Creador de El Videoclub de los 80 y divulgador de los Tiempos de Videoclub, lo entrevistamos en el Podcast del Coleccionista.
Viajamos desde Zaragoza a los tiempos dorados del videoclub de la mano del muy todocoleccionista Ismael Rubio, quien comparte con nosotros su pasión por el cine, la cultura pop y anécdotas muy entrañables. Ismael, que es egebero por excelencia, vivió la época de los cromos, las canicas y los juegos de mesa, pero su colección de películas de vídeo fue la que le llevó a recopilar los catálogos que publicaban los videoclubs de barrio. Con solo 11 años comenzó a preparar su primer videoclub casero y con su primer DNI aprovechó para hacerse socio del máximo número de videoclubs posibles.
Los videoclubs entre los años ochenta y noventa se incorporaron al tejido comercial de barrio como un establecimiento de conveniencia más. Cada calle tenía su establecimiento que fue evolucionando a su manera. De los primeros videoclubs con las películas desordenadas a las estanterías con su catálogo ordenado por género cinematográfico. Por entonces los estrenos tardaban en saltar de la gran pantalla a los televisores incluso años. Por eso, nuestro invitado al salir de clase solía visitar los videoclubs para buscar novedades y de paso contactar con cinéfilos. Los videoclubs fueron un lugar de reunión donde conversar con los amigos.
Películas que se vendían por el cartel o la carátula de la cinta que en muchas ocasiones excedían con imaginación el contenido de la película. Las cajas rojas de José Frade y Ediciones de Izaro Film que Ismael detalla en su libro El arte del videoclub. Portadas con ilustraciones o montajes fotográficos muy atractivos, “Golpes de videoclub” y todos los clones de Bruce Lee. El cine italiano, las obras de la productora Cannon con Charles Bronson y Chuck Norris, muchas de ellas rodadas en vídeo que iban directamente a cintas donde alcanzaron gran popularidad, como las películas más alquiladas de los hermanos Marx, taquillazos de terror y Silvester Stallone y Arnold Schwarzenegger.
Los ritos de la reserva en el videoclub de confianza, los personajes peculiares que pululaban por aquellos lugares y también el declive de un negocio asediado por las descargas ilegales de películas por internet y las programaciones de los vídeos comunitarios con su programación errática, alternativas que pusieron en jaque la viabilidad del negocio. Los videoclubs pelearon alternando su oferta de películas con otros servicios. Aun así, quedan abiertos un puñado de videoclubs por puro romanticismo.
De las primeras películas en sistema Betamax siguen apareciendo joyas enterradas a precios muy accesibles en todocoleccion. Ismael ha tenido varias colecciones de películas. En la actualidad aprecia en especial su primera edición de la trilogía de Rambo y Acorralado junto a la serie de James Bond de la que le falta Al servicio de su majestad.
Una colección que ha llegado hasta los 8.000 títulos en VHS y DVD y también ediciones en sistema Betamax con sus peculiares carátulas. En la actualidad Ismael dispone de un pequeño videoclub casero muy bien organizado.
Últimas compras en todocoleccion, próximos proyectos, libros, documentales y el consejo o reflexión para el y la coleccionista ponen The End a un capítulo cinéfilo y entrañable.
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