30 de ene, 2020 por Ignacio del Valle
Las insignias y los pins son una extensión de nuestra personalidad, por eso siempre hay un pin ideal para ti. Hoy te damos la chapa con el coleccionismo de pins.
El coleccionismo de pins o insignias está muy relacionado con el coleccionismo de botones. De hecho los actuales pins son una variación moderna de los broches e insignias militares. Como seres coquetos, adornar la ropa con un motivo diferenciador nos distingue desde la época de las cavernas. Destacar entre la multitud y afirmar tu ego es inherente a la humana condición de coleccionista.
Los pins derivan de los botones forrados empleados como muestras de apoyo al candidato político de urna. Lo inventaron los seguidores del presidente George Washington, cuya melenaza nos es muy familiar por los billetes de 1 dólar estadounidense. Con estas chapas políticas, los acólitos apoyaban a su líder deseándole larga vida y prosperidad como en Star Trek.
De estos broches se pasa, casi en el siglo XX, a la impresión más realista con el rostro metalizado del político a elegir. Los regímenes totalitarios también se apuntalaron con pins. En la ex-unión soviética y la China maoísta proliferaron las insignias con proclamas políticas de bandera flamígera y sonrisa al viento. Pero han sido los cantos mercadotécnicos y los especialistas en promociones publicitarias los auténticos conquistadores de este océano de oportunidades; para encasquetarnos un pin en la solapa y no siempre de gorra. Por fortuna en todocoleccion puedes encontrar lotes y colecciones de pins muy económicos.
Los muy elegantes británicos incorporan el ojal en la solapa del traje para no agujerear el paño y poder lucir sus insignias sin cambiar de chaqueta. El coleccionismo de pins es uno de los más extendidos del mundo y cuenta con centenares de áreas temáticas.
Entre los pins encontramos la omnipresencia de Coca-Cola, las series de Juegos Olímpicos, efemérides y aniversarios. Pins del colegio y por supuesto todos los deportes por minoritarios y raros que sean. Los pines asociados a los equipos de fútbol han protagonizado series históricas y una cotización muy elevada. También sorprende la temprana edad en la que los aficionados se inician en este tipo de coleccionismo. Se comienza por un regalo, un recuerdo o souvenir, se sigue decorando una gorra y, sin darse cuenta, se completan cuadros enteros.
Los pins se pueden almacenar y catalogar en clasificadores montados en hojas de fieltro para su correcta conservación. Los pins nunca pueden faltar en las ferias de coleccionistas y desembalajes de antigüedades. Por su calidad, soporte, acabado o impresión hay pins que son auténticas esculturas de altorrelieve con un nivel artístico singular.
Los pins de deportes invernales y en especial de montañismo, esquí y caza. Los escudos del alma de tu equipo y jugadores de fútbol. Devotos pins cofrades con los emblemas de la hermandad, pins de santos, pins de juguetes, personajes de televisión, dibujos animados... El imperio Disney del pin con su programa de intercambio es de alcance global. Pins comerciales de marcas de tabaco, bebidas y todo lo anunciable.
Al igual que los llaveros y los mecheros, el coleccionismo de pins es como picar una patata frita, no te puedes conformar con solo una y, como todas la colecciones se revalorizan con el paso del tiempo, haces negocio además de ejercitar la memoria. Dónde lo adquiriste y con quién, qué equipo ganó la liga ese año... ¿Cuál es tu pin preferido? Confiésalo, todos tenemos un pin especial. Por cierto, ¿te gustaría tener un pin de todocoleccion? Si hay demanda, nos podemos plantear la oferta...