5 de mar, 2020 por Ignacio del Valle
Con 30 centímetros de altura y sus manos prensiles, los musculados Geyperman conquistaron al resto de figuras de acción en su breve reinado juguetero.
Cuando Hasbro presenta en 1964 la primera serie de muñecos de acción articulados con ropa de usar y cambiar, algo se transforma en la civilización occidental, pues hasta entonces jugar a las muñecas era un territorio exclusivo para las niñas. Para preservar de testosterona esta afición, las figuras de acción se enfocan al mundo bélico y militar.
La adaptación española de los GI Joe vino de la mano de la casa Geyper, con Antonio Pérez Sánchez a la estrategia, que reunió todos los ingredientes del éxito para comercializar y promocionar en televisión los Geyperman, el juguete estrella desde 1975 a 1982, año en el que cesa su producción, quitando cuota de mercado a los muñecos Madelman, que ya iban por su enésima reinvención.
Los Geyperman se diferenciaban de otros muñecos articulados por su mayor tamaño, unos 30 cm de alto, que facilitaba las labores de equipamiento. Su cuerpo era totalmente articulado en varias versiones atornilladas incluido el memorable y desteñido calzoncillo celeste de la segunda serie de 1979. Con la propuesta de soldados del mundo destacaban tropas y oficiales del ejército alemán e inglés de la Segunda Guerra Mundial. Los uniformes y armas, granadas, cascos y gorras de plato. Británicos y rusos convivían con la Policía Montada del Canadá y soldados de operaciones y exploraciones especiales en clara inspiración de la competencia.
La gran novedad de los de los Geyperman, además de su mayor tamaño, fueron sus manos prensiles de goma, que permitían asir sus múltiples accesorios con más facilidad. Además que en vez de muñones tenían pies muy difíciles de calzar con sus estrechas botas. Como otras tantas figuras de acción, con el sobreuso los dedos acababan mutilados en actos de guerrero jugar.
Otra de las ventajas diferenciales de los Geyperman consistía en una cabellera de pelo y barba sintética, con la técnica del flokado y una tabernaria cicatriz en la mejilla izquierda, para dar a los personajes un aspecto más temerario. También se consideró incorporar ojos móviles para dar más realismo, pero este extra se quedó en el cajón de las buenas intenciones.
Los Geyperman son un fenómeno coleccionista por su rápido ascenso y declive. La producción de los Geyperman se vio afectada por la crisis del petróleo, que encareció las materias primas, y después por un doble acoso: la competencia de otras figuras de acción, como los clicks de Famobil, y la irrupción de las primeras consolas de videojuegos. Estos factores amenazaron la viabilidad de la juguetera Geyper, que no llegó a la década de los años 90. Aún así la pasión coleccionista de este emblemático muñeco de acción ha sido avivada por las tiradas cortas de edición coleccionista bajo licencia.
Como usuario registrado de todocoleccion, puedes comprobar con la herramienta Orientaprecios que a fecha de hoy se vendido mas de 29.000 lotes relacionados con los Geyperman. Desde accesorios puntuales de equipo a elementos tan cotizados como el Vehículo Unidad de Emergencias que se vendió por 1.550 euros.
Hay Geyperman caracterizados hasta de Guardias Civiles y Legionarios con chapiri y cabra. Helicópteros, ametralladoras, tienda de operaciones, lanzagranadas, bazucas, literas y hasta una mochila para un hombre volador y escalador de las paredes del cuarto... Con un mercado muy activo de lotes en venta, los muñecos Geyperman siguen reeditando tus recuerdos en todocoleccion.