16 de ago, 2023 por Adrián Cortés
Micro Machines adelantó por la derecha a la competencia de su sector en la juguetería gracias a la precisión de sus miniaturas en los años 90. ¡Súbete al post y recorramos su historia!
En plena crisis del petróleo en los años 70, que encareció duramente los juguetes de plástico y derivados, irrumpió con fuerza Micro Machines bajo una premisa clara: reducir la escala hasta convertir los coches en auténticas miniaturas, manteniendo siempre una precisión exquisita que les distinguiesen de la competencia.
A rebufo de Hot Wheels, que había disparado a Mattel a nivel internacional, Galoob se encomendó al inventor y creador estadounidense Clemens V. Hedeen para desarrollar y distribuir reproducciones de modelos reales de automóviles reducidos a menor escala que las demás marcas comerciales.
Apenas meses después, Micro Machines pisó el acelerador marketiniano y pasó de 0 a 100 hasta colarse en las estanterías de tiendas y grandes superficies de todo el país. Galoob arrancó con 24 prototipos de distintos modelos y carrocerías, pero pronto quiso abarcar diferentes gamas y líneas con camiones, trenes, barcos, tanques, aviones…
Tal era el éxito, que la compañía se lanzó con series especiales como los camiones Monster Truck o los Insiders. Sin embargo, el gran salto comercial de Galoob se produjo al exportar su formato a otras franquicias cinematográficas exitosas como James Bond, Indiana Jones, Star Trek, Aliens, Predator o Star Wars, con figuras icónicas como la Estrella de la muerte o el Halcón milenario.
No había límites, la carretera comercial parecía infinita. Las principales marcas y carrocerías querían subirse al Micro Machine para aprovechar el tirón comercial con versiones pequeñas de sus vehículos. Los anuncios publicitarios en televisión convirtieron a estas miniaturas en auténticos iconos de la cultura pop de la época.
Conscientes de la caducidad de las modas, Galoob optó por diversificar su producto hacia otros formatos. Las carreras de coches pasaron de las estanterías de las jugueterías a las pantallas de las videoconsolas de la mano de Codemasters. En 1991, salió para la NES de Nintendo, luego Mega Drive, Game Gear, Master System, SNES o Game Boy y PC.
En un mercado juguetero claramente gobernado por gigantes como Hasbro, Mattel o Kenner, a finales de los 80, irrumpió Galoob a bordo de Micro Machines. La línea de coches en miniatura causó furor en la generación y, gracias a su éxito y popularidad, la empresa acabó engullida por Hasbro en 1998 a cambio de más de 200 millones de dólares.
Los entusiastas de los juguetes buscan con pasión los modelos más singulares y antiguos para añadir a sus estanterías. Las ediciones limitadas o series especiales atesoran un atractivo coleccionista que otorgan a las miniaturas un valor incalculable.