3 de dic, 2024 por María José Moreno
¿Son tesoros esos pequeños objetos que depositamos o encontramos entre las páginas de nuestros libros? ¿Pueden aportarnos algo de valor?
Tengo por costumbre hojear las páginas de los libros de segunda mano que adquiero nada más recibirlo en casa. A veces no puedo evitar hacerlo incluso cuando me acerco a alguna librería de viejo o un mercadillo, en busca de algún tesoro que añada, si cabe, más interés al libro elegido. No es una afición reciente, pero tampoco muy temprana. Recuerdo haber encontrado en libros de préstamo bibliotecario una suerte de pequeños artículos en su interior, ya se imaginarán, desde envolturas de caramelos, puntos de libro, hasta notas de apuntes, post-its de colorines chillones y las virutas del sacapuntas. Pero mi curiosidad despertó realmente una tarde en una famosa cafetería malagueña donde puedes tomar un café en compañía de libros, y leer algunas páginas si eliges una hora de poco bullicio. En uno de esos libros afeados por el tiempo y por el sol que se cuela por las ventanas encontré mi primer tesoro. Se trataba de una receta que me costó descifrar unos días porque tenía una caligrafía curiosa en la que alternaba líneas con palabras totalmente torcidas hacía un lado con otras redondillas y saltarinas. Aquel escrito no llevaba título, pero por los ingredientes me pareció una receta marinera de alguna costa andaluza: jibia, patatas y, en mortero, un mejunje de ajos, hebras de azafrán, pimienta, sal y limón. Imaginé a una abuela con su nieto escribiendo a medias esta receta, tal vez porque me recordaba a la mía. Dentro de ese libro habitaban recuerdos de otras personas, y, a mi que me encantan los detalles, me fascinó aquél descubrimiento.
A este le han seguido otros libros que escondían postales con recuerdos desde el destino de vacaciones, boletos de loterias, fotografías en blanco y negro, dedicatorias en las páginas de cortesia, recortes de periódicos, mechones de pelo en las salvaguardas interiores y flores secas de muchos tipos. Momentos e intereses que han quedado eternizados como en una cápsula del tiempo y que, en muchos casos, han sobrevivido a quiénes los depositaron allí. Curiosamente estos artículos, objetos y marcas de vida dejan una huella tanto en los destinatarios que los encontramos como en los propios libros. A muchos nos alimentan la curiosidad y a los libros les suele dejar alguna que otra secuela que acelera su envejecimiento como comentamos en el artículo Consejos para conservar tu biblioteca hace unos meses, especialmente interesante para conservar aquellos libros que tienen un valor importante.
Regalar un libro te ofrece muchas posibilidades de personalizar esa muestra de afecto o respeto hacia otro semejante. Acertar en el título no es fácil y requiere de tiempo de calidad con la persona en cuestión y observación para conocer los gustos e intereses. Es muy socorrido regalar un libro que a nosotros nos gustó o significó algo importante, pero si quieres acertar realmente hay que tantear el terreno, escuchar con atención y hacer las preguntas correctas. La otra parte importante es el contexto en el que se regala, el momento y con lo que se acompaña. Si es un colega de profesión, si es un amigo/a, una pareja, un familiar cercano, cada contexto tiene sus posibilidades. Pero en todas se puede mejorar la elección con una buena dedicatoria que de sentido al libro elegido y demuestre que más allá de un regalo es un “me importas”.
El mercado nos hace creer que un buen regalo sólo puede ser algo a estrenar, y esto puede estar justificado en cierto tipo de artículos, pero sin duda no en todos. En el caso de los libros, regalar un ejemplar de segunda mano habla de quién eres y cuáles son tus valores. Ante el materialismo desmedido te posiciona como una persona que valora las cosas por lo que son y no por el estado en el que se encuentran; desprejuicia lo antiguo y le da el valor que le corresponde: si ese artículo llegó a tus manos es porque tiene una gran vida útil. Y a estas razones se suma que su precio suele ser más asequible. Puedes encontrar ejemplares para todos los gustos, ocasiones y bolsillos.
En definitiva, cuando regalas o te autoregalas un libro de segunda mano regalas un pedacito de historia, y si tienes la fortuna de que incluya artículos misteriosos entre sus páginas, estarás regalando instantes de vidas y memorias olvidadas. ¿Qué tal si regalamos libros de segunda mano estas Navidades? En el catálogo de todocoleccion vas a encontrar libros de todas las categorías y temáticas, y con precios que empiezan por menos de 1€ hasta lo que quieras invertir. Con una amplía variedad de ediciones, estados de conservación, y con la ayuda de nuestros vendedores y del equipo de todocoleccion para resolver cualquier duda.