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Pareja de lámparas Fase Sauce de Tomas Diaz Magro, 1969.

22 de sep, 2023 por Adrián Cortés

Lámparas Fase que iluminan el coleccionismo hípster

Las lámparas Fase han pasado de iluminar la historia del diseño industrial del país a objeto de deseo de hípsters y coleccionistas de arte y la decoración vintage.


Hay mobiliario que forma parte de la memoria colectiva de los españoles: objetos cotidianos y complementos para el hogar como las vajillas Duralex o las lámparas Fase, que alumbraron nuestra historia y ahora iluminan los deseos de hípsters y coleccionistas de arte y la decoración vintage.

Las lámparas Fase dieron luz al boom urbanístico del desarrollismo de los 70, convirtiéndose en icono del atrezo hogareño de la época. Sus materiales nobles -maderas y cromados- sostenían un aspecto futurista que encandilaba a nacionales y extranjeros por su buena calidad, un diseño moderno y precio ajustado.

 

Lámparas Fase modelo Geisha de 1967.

 

Lámparas Fase, historia del diseño industrial

En 1964, Pedro Martín García y Luis Pérez de la Oliva fundaron Industrias Fase en Torrejón de Ardoz, donde situaron tanto su fábrica como sus oficinas. Aunque también producían ceniceros y papeleras, fueron las lámparas las que les situaron a la vanguardia de la historia del diseño industrial del país. Si bien es cierto que abastecían a todos los organismos del dictador Francisco Franco, de algún modo iluminaban la época más oscura de España.

Basados en la doble filosofía de durabilidad y vanguardia, las lámparas Fase vivieron su momento de esplendor durante dos décadas hasta que en los 90 sufrieron el apagón. La originalidad de los diseños fue menguando y la irrupción de competidores en el mercado con nuevas tecnologías provocaron el cierre de la fábrica.

 

Lámparas Fase modelo Impala, diseño Luis Pérez de la Oliva, 1975.

 

Icono del diseño hípster y deseo coleccionista

Las lámparas Fase tuvieron un éxito comercial sin precedentes en la industria española gracias a su diseño de aire futurista y a su alta durabilidad, dentro de la filosofía de la empresa de crear objetos cotidianos a precios muy competitivos y atractivos. Así lo sintetizaría uno de sus fundadores años después: "La luz es imprescindible para todos; entonces, ¿por qué no dotarla de un vestido adecuado?".

Tras años de olvido, quizá por estar asociada a despachos franquistas o comisarías, la realidad es que las lámparas Fase son hoy día objeto de deseo para coleccionistas, para amantes del diseño y para hípsters que anhelan tenerla en sus hogares, que se han convertido en perfectos complementos útiles y decorativos que dan personalidad a nuestro hogar.

 

Lámparas Fase plegable, diseño Tomás Díaz Magro, 1969.

 

Revival de las lámparas Fase: de despachos, a series y películas

Pese a que dejaron de fabricarse en los 90, las lámparas Fase son protagonistas en las grandes ferias de coleccionismo y diseño nacionales e internacionales, erigiéndose en un produzco casi de lujo por su precio disparado en subastas, revalorizados al ser objetos de deseo de compañías de atrezo y directores artísticos hasta coleccionistas cautivados por los vestigios del diseño industrial.

Durante este revival, las lámparas Fase han pasado de los despachos a ser elementos imprescindibles del decorado de series y películas nacionales como Cuéntame, La Casa de Papel, Velvet, Amar en Tiempos Revueltos… e internacionales como Mad Men, House o Indiana Jones, que alumbran nuestros recuerdos.

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