22 de sep, 2023 por Adrián Cortés
Las lámparas Fase han pasado de iluminar la historia del diseño industrial del país a objeto de deseo de hípsters y coleccionistas de arte y la decoración vintage.
Hay mobiliario que forma parte de la memoria colectiva de los españoles: objetos cotidianos y complementos para el hogar como las vajillas Duralex o las lámparas Fase, que alumbraron nuestra historia y ahora iluminan los deseos de hípsters y coleccionistas de arte y la decoración vintage.
Las lámparas Fase dieron luz al boom urbanístico del desarrollismo de los 70, convirtiéndose en icono del atrezo hogareño de la época. Sus materiales nobles -maderas y cromados- sostenían un aspecto futurista que encandilaba a nacionales y extranjeros por su buena calidad, un diseño moderno y precio ajustado.
En 1964, Pedro Martín García y Luis Pérez de la Oliva fundaron Industrias Fase en Torrejón de Ardoz, donde situaron tanto su fábrica como sus oficinas. Aunque también producían ceniceros y papeleras, fueron las lámparas las que les situaron a la vanguardia de la historia del diseño industrial del país. Si bien es cierto que abastecían a todos los organismos del dictador Francisco Franco, de algún modo iluminaban la época más oscura de España.
Basados en la doble filosofía de durabilidad y vanguardia, las lámparas Fase vivieron su momento de esplendor durante dos décadas hasta que en los 90 sufrieron el apagón. La originalidad de los diseños fue menguando y la irrupción de competidores en el mercado con nuevas tecnologías provocaron el cierre de la fábrica.
Las lámparas Fase tuvieron un éxito comercial sin precedentes en la industria española gracias a su diseño de aire futurista y a su alta durabilidad, dentro de la filosofía de la empresa de crear objetos cotidianos a precios muy competitivos y atractivos. Así lo sintetizaría uno de sus fundadores años después: "La luz es imprescindible para todos; entonces, ¿por qué no dotarla de un vestido adecuado?".
Tras años de olvido, quizá por estar asociada a despachos franquistas o comisarías, la realidad es que las lámparas Fase son hoy día objeto de deseo para coleccionistas, para amantes del diseño y para hípsters que anhelan tenerla en sus hogares, que se han convertido en perfectos complementos útiles y decorativos que dan personalidad a nuestro hogar.
Pese a que dejaron de fabricarse en los 90, las lámparas Fase son protagonistas en las grandes ferias de coleccionismo y diseño nacionales e internacionales, erigiéndose en un produzco casi de lujo por su precio disparado en subastas, revalorizados al ser objetos de deseo de compañías de atrezo y directores artísticos hasta coleccionistas cautivados por los vestigios del diseño industrial.
Durante este revival, las lámparas Fase han pasado de los despachos a ser elementos imprescindibles del decorado de series y películas nacionales como Cuéntame, La Casa de Papel, Velvet, Amar en Tiempos Revueltos… e internacionales como Mad Men, House o Indiana Jones, que alumbran nuestros recuerdos.